Edmundo González: de agente CIA a candidato opositor en Venezuela
Denuncias del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) dicen es un hombre que responde a la línea de Washington y a su injerencia en la República Bolivariana.
La designación de Edmundo González por la Plataforma Unitaria Democrática (PUD) como candidato a las elecciones presidenciales del 28 de julio en Venezuela, revela las verdaderas intenciones de Estados Unidos con el país sudamericano.
Su postulación, primero como candidato tapa y a pocos minutos del vencimiento del plazo dado por el Consejo Nacional Electoral (CNE), y luego escogido por ese bloque de partidos de la extrema derecha como su representante, lo convirtieron en noticia dentro y fuera de la nación.
González mostrado como una persona alejada de la política y de los partidos tradicionales venezolanos, mayor de edad, con achaques de salud, bajo perfil mediático, es decir, alguien a desestimar o a tener muy poco en cuenta, es manipulable a los fines de la inhabilitada María Corina Machado.
Sin embargo, poco a poco, fueron saliendo a la luz informaciones que expusieron con mayor claridad a la persona que se esconde tras de él y, no por gusto, considerado el principal oponente al oficialismo personificado en la figura del presidente Nicolás Maduro, quien aspira a su reelección.
Para algunos expertos, González puede convertirse en una figura atractiva para los sectores de votantes tradicionalmente indecisos, que nunca votaron, dejaron la boleta en blanco o están disgustados con el Gobierno, al tratarse de “una cara nueva” en el desgastado espectro político opositor.
Declaraciones del postulante de la PUD y denuncias del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) desnudaron al presentado también como exdiplomático, como un hombre que responde a la línea de Washington y a su injerencia en la República Bolivariana.
Según admitió en entrevista de prensa, beneficiará aquellas relaciones “que favorezcan a nuestro espacio geográfico natural, América Latina, con nuestro socio fundamental, Estados Unidos".
En mayo último, el primer vicepresidente del PSUV, Diosdado Cabello, en su programa Con el Mazo Dando, puso al descubierto al postulante opositor y demostró que su selección para disputar con Maduro no fue nada fortuita su selección.
La administración estadounidense “sacó de debajo de la manga” a un aparente desconocido de la política nacional que dice nunca militó en ninguna organización partidista, señaló el dirigente bolivariano.
Sin embargo, y de acuerdo con las informaciones divulgadas, este sostiene relaciones de trabajo y amistad con dos figuras bien reconocidas de la derecha como el actual gobernador del estado de Zulia (noroccidente), Manuel Rosales, y el político de Acción Democrática Henry Ramos Allup.
Una carta enviada a Cabello por la exfuncionaria colombiana María Catalina Restrepo Pinzón de Londoño, reveló que González fue captado por la Agencia Central de Inteligencia estadounidense (CIA) y cumplió importantes misiones desde su fachada de diplomático.
Reclutado por la CIA cuando ingresó como funcionario en la embajada de Caracas en Washington el 24 de noviembre de 1976, y luego trasladado a la sede diplomática de Venezuela como ministro consejero en El Salvador, donde se le vincula con los sucesos criminales de la época.
Bajo el mando del entonces embajador en San Salvador Leopoldo Castillo, ahora residente en Miami y vinculado a la extrema derecha nacional y la inteligencia estadounidense, “desataron los infames escuadrones de la muerte”, escribió Pinzón de Londoño en su misiva.
Los reportes de aquellos "días escalofriantes iban desde masacres de civiles inocentes, hasta la persecución, asesinato de maestros y líderes comunitarios, y ataques despiadados contra religiosos y niños”, señaló.
“Edmundo estaba supremamente comprometido con estas atrocidades, siendo parte activa del financiamiento y la logística de estos actos brutales”, añadió la exdiplomática colombiana.
También trabajó en el país centroamericano entre 1976 y 1984, y se le acusa de participar en una operación dirigida por la CIA conocida como Centauro, encaminada a asesinar a religiosos relacionados con la teología de la liberación.
Asimismo, tiene formación académica en Relaciones Internacionales obtenida en 1981 en la American University de Washington, donde inició sus andanzas diplomáticas como primer secretario de la embajada de Venezuela.
Se conoce que laboró en la Dirección General de Política Internacional del Ministerio para Relaciones Exteriores, y entre el 2013 y 2015 fue representante internacional de la Mesa de la Unidad Democrática (hoy PUD), la cual tiene un amplio prontuario de violencia contra el país.
Varias fuentes coincidieron en que desde ese puesto desarrolló acciones para descalificar al presidente Nicolás Maduro a nivel internacional, las cuales pusieron en evidencia su postura de tutelaje y subordinación a los designios estadounidenses.
Calificado por Cabello como “títere y candidato del imperialismo”, este hombre de apariencia serena aboga por el reingreso de la República Bolivariana a espacios multilaterales como la Organización de Estados Americanos (OEA) y al Sistema Interamericano de Derechos Humanos.
No es difícil afirmar que, desde esas organizaciones se tejieron las más perversas campañas de odio y descrédito contra la nación sudamericana.
En el actual escenario electoral, González viene a ser una especie de bisagra para intentar “salvar” las diferencias dentro de la PUD, pero a simple vista se muestran irreconciliables, más allá de la manipulación que pretende expresar lo contrario
Para Cabello, el exdiplomático representa la misma estirpe y rancia derecha que gobernó por más de 100 años en Venezuela, que pidieron bloqueo, sanciones, intentaron asesinar al presidente Nicolás Maduro, dieron el golpe de Estado y es “el candidato de la maldad”.
Mientras, el grupo de investigadores de Misión Verdad divulgó que, dentro de su prontuario curricular, el postulado por la PUD se desempeña como “director suplente y coordinador del Grupo de Trabajo Seguimiento del Sistema Internacional, del Instituto de Estudios Parlamentarios Fermín Toro, un think tank dedicado a los asuntos políticos”.
Forma parte del consejo editorial internacional del diario El Nacional, periódico dirigido por Miguel Henrique Otero, quien desde 2015 lo conduce desde Madrid, luego de recibir una sanción del Tribunal Supremo de Justicia ante la demanda presentada por Diosdado Cabello por daño moral a su persona.
En el ámbito internacional apoyó la intervención de la Organización del Atlántico Norte (OTAN) contra Libia en 2011 y condenó la postura de Venezuela y Rusia en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre Siria, en el contexto de la batalla de Alepo en 2016, indicó la fuente.
Del mismo modo, sus propuestas electorales apuntan a retrotraer a la República Bolivariana al pasado con propuestas privatizadoras de las riquezas del país, desaparecer al Estado, liberar a supuestos presos políticos y el entreguismo sin límite a Estados Unidos.
Esto último, quedó evidenciado en reciente entrevista con un canal de televisión estadounidense, que al ser interrogado sobre “cómo sería la relación” de ganar las elecciones, respondió que “aspiramos a que las relaciones vuelvan a tener el mismo nivel que tuvimos durante muchos años”.