Impuestos a las iglesias de Jerusalén son una violación de “Israel”
La Presidencia Suprema para Asuntos Eclesiásticos en Palestina rechazó la arbitrariedad de esas medidas, y destacó su apoyo a las decisiones de los patriarcas y jefes de iglesias para enfrentar tales arbitrariedades.
El Comité Presidencial Supremo para el Seguimiento de los Asuntos de la Iglesia en Palestina denunció las políticas y procedimientos sistemáticos de “Israel” de aplicar impuestos a las iglesias, sus propiedades y sus instituciones en la Jerusalén ocupada.
Con tales imposiciones, el gobierno ocupante pretende ejercer presión sobre la auténtica presencia cristiana, para forzar su desplazamiento y extender el control total sobre sus recursos.
Parte de esas maniobras son las demandas oficiales presentadas ante los tribunales contra muchas iglesias en algunos municipios afiliados a la ocupación, puntualizó el comunicado.
Los jefes de las denominaciones católica, ortodoxa griega y ortodoxa armenia han acusado a la ocupación israelí de un "ataque coordinado" contra la presencia cristiana en la ocupada Jerusalén por parte de varios municipios israelíes, debido a la decisión de gravar las propiedades… pic.twitter.com/Cwj6ZrQprU
— Al Mayadeen Español (@almayadeen_es) June 28, 2024
También reafirmó las posiciones coherentes y de principios de los patriarcas y jefes de iglesias frente a estas decisiones ilegales, y destacó el apoyo a todas las respuestas para enfrentar estos desmanes.
Además advirtió sobre el peligro de implementar estos planes contra la tradición cristiana en esa región, a la luz de los desafíos y dificultades que plagan la cuestión palestina como resultado de las políticas de “Tel Aviv”, la guerra de exterminio en la Franja de Gaza, la escalada de violencia contra iglesias y sus propiedades, y los ataques al clero por parte de bandadas de colonos.
En este contexto, el comité puntualizó que todas las iglesias y sus propiedades, ya sean monasterios, hospitales, instituciones, escuelas u otros, especialmente en Jerusalén, están ubicadas en tierras palestinas ocupadas, de acuerdo con las resoluciones de legitimidad internacional, y operan bajo un derecho histórico y legal de las iglesias en el mundo; por tanto, no está permitido para ninguna entidad interferir o violar su santidad.
Según precisó el mensaje, durante los largos años de su ocupación, todos los gobiernos sionistas han violado y atacado el Status quo (una ley basada en el establecimiento de los derechos de cada secta y grupo religioso que existió en Jerusalén).
En la declaración, se llamó a los dirigentes y jefes de las iglesias del mundo, sobre todo al Consejo Mundial de Iglesias, y a todas las instituciones internacionales y de derechos humanos, para que intervengan de inmediato y pongan fin a estas violaciones de la entidad ocupante.
La población cristiana, como todo el pueblo en Palestina, está expuesta a violaciones y acoso; muchas veces se les dificulta realizar sus rituales religiosos y sus lugares sagrados sufren profanación y violaciones por parte de los colonos y las fuerzas de la ocupación israelí.