Funcionario de Etiopía fue asesinado en ataque armado en Amhara
Los atacantes pertenecen a las milicias Fano, quienes tomaron las armas en abril de 2023 contra el gobierno federal y las autoridades regionales.
Un funcionario de Etiopía murió a disparos en Amhara, región al noroeste del país y escenario de operaciones terroristas durante más de un año, reflejaron medios oficiales.
Según la Amhara Media Foundation, los atacantes pertenecen a las milicias Fano, el segundo más grande entre unos 80 grupos étnicos, raciales y lingüísticos de la nación africana, quienes tomaron las armas en abril de 2023 contra el gobierno federal y las autoridades regionales.
La Fundación describió a la víctima en su página de Facebook como “valiente y trabajador hermano Ahmed Ali, asesinado a la edad de 39 años por disparos de pistoleros opuestos a la paz y la unidad”.
Aunque el pasado mes de agosto se declaró el estado de emergencia nacional con el objetivo de eliminar la rebelión de Fano en Amhara, otros dos funcionarios locales fueron asesinados a principios de junio en la vecina región administrativa de North Shoa.
En junio, la organización no gubernamental Aklid, encargada de recopilar datos en zonas de conflicto, registró cinco incidentes de violencia contra funcionarios de Amhara.
Aunque el país pasó la página de la guerra en noviembre de 2022, esta se prolongó durante dos años en el estado de Tigray, y fue considerada uno de los conflictos más mortíferos del mundo.
Las milicias armadas Fano, que ya habían luchado junto a las fuerzas federales en Tigray el año pasado, dieron un golpe de estado contra las fuerzas gubernamentales luego del anuncio del primer ministro, Abiy Ahmed, de su intención de disolver las milicias regionales, lo cual reabrió las tensiones en el país.
Un informe previo, emitido por la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, reveló que Etiopía sufre una grave crisis de desplazamiento interno debido a los conflictos en curso en las regiones norte y central del país, además de la crisis climática.
Este es el segundo país más grande de África, en términos de población (120 millones de personas), y suele ser testigo de muchos enfrentamientos locales donde se mezclan las demandas políticas y sociales, y sus protagonistas incurren en numerosas violaciones humanitarias contra civiles.