Nueva administración de Reino Unido aborda posición respecto a Irán
The Guardian revela que el nuevo ministro de Asuntos Exteriores de Reino Unido "consultará a sus colegas respecto a la posición sobre Irán tras la elección del presidente reformista, Masoud Pezeshkian”.
La administración del nuevo gobierno del Partido Laborista de Reino Unido no está precipitándose para clasificar al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria de Irán como organización terrorista, informó el diario The Guardian.
Según un reporte exclusivo preparado por el editor de Asuntos diplomáticos, Patrick Wintour, el ministro de Relaciones Exteriores recién nombrado, David Lammy, considera la creación de una nueva categoría para estados que apoyan el terrorismo, y esto permitiría imponer restricciones.
Lammy planea consultar con sus colegas a finales de la próxima semana sobre las implicaciones políticas externas y la postura hacia Irán, tras la elección del nuevo presidente reformista, Masoud Pezeshkian.
De acuerdo con la publicación, Occidente enfrenta el desafío de evaluar el impacto del nuevo mandatario Pezeshkian en la política exterior, especialmente si es capaz a través de negociaciones discretas en Omán o diálogos públicos, de reducir las actividades nucleares de Irán.
Esto consecuentemente llevaría a ajustar o aliviar las sanciones impuestas a Teherán.
La semana pasada, Lammy dijo a The Guardian: "Somos conscientes de los desafíos reales del terrorismo estatal respaldado, y quiero examinar de cerca estos asuntos".
Mientras los asistentes de Lammy indicaron que considera modificaciones legales para permitir al gobierno imponer restricciones dirigidas a las operaciones de organizaciones estatales como la Guardia Revolucionaria en Irán, aunque esto podría llevar tiempo.
El predecesor de Lammy, David Cameron, resistió fuertes presiones parlamentarias para designar a la Guardia Revolucionaria como organización terrorista.
Al respecto, argumentó que tal paso podría resultar en la ruptura de los lazos diplomáticos entre Londres y Teherán.
Las elecciones parlamentarias británicas se llevaron a cabo el pasado 4 de julio, donde el Partido Laborista logró una victoria abrumadora.
Según la ley británica, esto le otorga el derecho a formar el próximo gobierno, ya sea en solitario o con el apoyo de otro partido.