¿Qué frena a Estados Unidos y Japón en producción de misiles Patriot?
La agencia norteamericana Reuters reveló obstáculos para obtener componentes de Boeing imprescindibles para duplicar la producción de estos proyectiles en fábricas japonesas, a un costo de cuatro millones de dólares cada uno.
La escasez de un componente crítico fabricado por la compañía Boeing es el principal freno a los planes de Estados Unidos para fabricar en Japón los misiles de defensa aérea Patriot, aseguraron cuatro fuentes a la agencia Reuters.
Según detallaron a ese medio norteamericano dos funcionarios del gobierno japonés y dos fuentes productoras, Ucrania sufre esos retrasos en su guerra contra Rusia, pues la industria japonesa Mitsubishi Heavy Industries fabrica alrededor de 30 misiles PAC-3 cada año, bajo licencia del contratista de defensa Lockheed Martin, y no ha logrado duplicar esa cifra, como ambos pretendían.
El medio citó a una fuente familiarizada con el programa para explicar cómo Estados Unidos espera aumentar la producción global de unos 500 misiles por año a más de 750 lo antes posible, lo cual se dificulta sin suministros adicionales de los buscadores de misiles, dispositivo para guiarlos en las etapas finales de vuelo.
Al decir de las fuentes consultadas, podrían pasar varios años antes de lograr aumentar la producción, por las dificultades de Washington para conectar la ayuda industrial de sus aliados globales a sus complejas cadenas de suministro.
El año pasado, Boeing comenzó a ampliar su fábrica de buscadores en Estados Unidos para aumentar la producción en un 30 por ciento aunque las líneas adicionales no operarán hasta 2027.
Sin reportar el total fabricado en el año, la compañía admitió la entrega de cinco mil unidades de la valiosa pieza en fecha reciente, y sugirió a la agencia contactar con el contratista principal del interceptor, Lockheed Martin, quien a su vez confirmó un costo de cuatro millones de dólares por cada misil.
Incluso si hubiera suficientes buscadores, Japón tendría que desarrollar más capacidades para garantizar el flujo de producción anual solicitado, analizó el artículo de la agencia noticiosa.
Aunque el gobierno japonés se propuso en 2022 duplicar el gasto militar, tales subsidios sólo aplican en equipos destinados a las Fuerzas de Autodefensa, no a las exportaciones.
En diciembre de 2023, Tokio flexibilizó sus normas de exportación militar para ayudar a reponer las existencias de misiles Patriot de Estados Unidos, cuyas reservas fueron usadas en Ucrania contra Rusia.
Por tanto, si Washington quiere producir más, deberá invertir en una nueva fábrica de PAC-3, a un costo de decenas de millones de dólares o más, dijo una de las fuentes del gobierno japonés.
La publicación destacó diversos pasos de entendimiento entre autoridades de ambos países a nivel de empresarios, ministros y jefes de Estado, para profundizar la cooperación industrial en defensa, y catalogó al proyecto Patriot como una pieza clave de ese esfuerzo.
Aún con la ayuda de los aliados, los cuellos de botella en la cadena de suministro complican los esfuerzos de Estados Unidos para satisfacer la demanda de municiones de Ucrania, incluidos sistemas de defensa aérea que pueden frustrar los ataques rusos.
Sin embargo, la complejidad de su cadena de suministros hace vulnerable a esa producción, mientras Kiev se desespera y los medios internacionales llaman a la industria bélica reducida “eslabón” débil para Estados Unidos.