Arzobispo de Perú llamó a detener la crisis antes del estallido social
En su homilía por el aniversario 203 de la liberación nacional, monseñor Carlos Castillos pidió frenar el deterioro político y social en el que ha caído ese país sudamericano.
El arzobispo de Lima, monseñor Carlos Castillos, llamó este domingo al pueblo de Perú a encontrar soluciones a sus problemas colectivos para impedir un estallido social.
Durante la celebración de su homilía por el aniversario 203 de la independencia nacional en la catedral capitalina, habló del límite de deterioro político y social en el que se sumió el país sudamericano por malas decisiones.
A la ceremonia religiosa asistieron la presidenta Dina Boluarte, sus ministros, los titulares de los poderes del Estado y el cuerpo diplomático, reportó la agencia Prensa Latina.
El líder cristiano leyó un mensaje del Papa Francisco dirigido a la mandataria y al pueblo peruano, en el cual los anima a desarrollar un diálogo nacional para contribuir a la reconciliación y a la construcción de una sociedad más unida, próspera y fraterna.
Monseñor Castillos cuestionó los mega-proyectos de inversión nacional, en contraste con las necesidades insatisfechas de la población, carente de alimentación, agua, salud, trabajo digno, educación de calidad, seguridad ciudadana, ecología sostenible y sana.
También lamentó la falta de “consuelo, amistad, reconocimiento, respeto y promoción de la dignidad y justicia”, resaltó el reporte.
Su reflexión fue acompañada con cifras oficiales de anemia infantil (43,1 por ciento), de inseguridad alimentaria grave o moderada (51 por ciento, la más alta en América del Sur) y habló de 10 millones de peruanos sin servicio de acueducto y desagües, sin medicinas ni trabajo digno.
En esa nación, el 18 por ciento de los jóvenes no estudia ni trabaja, y el 60 por ciento de los negocios pequeños sufren extorsión, precisó el orador, y criticó la exclusión de los más vulnerables.
Llamó el arzobispo a forjar un Estado de amplia y verdadera democracia, centrado en el bien común, donde las instituciones prioricen cuidar, promover y defender al pueblo, porque quien da prioridad a sus intereses y corroe al Estado, “vive en la deslealtad institucional”, acotó.
Monseñor Castillos lamentó cómo un país tan generoso en riquezas naturales no logró aún construir una sociedad democrática libre de exclusión y discriminación, y criticó el predominio del modelo primario exportador (de materias primas), sin diversificar el desarrollo interno.
En nombre del sacerdote Gustavo Gutiérrez, uno de los pilares de la Teología de la Liberación latinoamericana, censuró la indiferencia, insensibilidad y frivolidad de muchos ciudadanos, incluso cristianos practicantes.
Sus palabras fueron interpretadas por la prensa local como una referencia también a los relojes y otras joyas costosas de la presidenta designada, todos de dudosa procedencia y causantes de su cuestionamiento por parte del Ministerio Público.