"Israel" vive un verano del terror, valora prensa estadounidense
El diario Wall Street Journal comentó la tensión en los territorios ocupados ante la tardanza del castigo de Irán, y analizó el impacto de las divisiones en el gobierno sionista en la imagen de disuasión de la entidad.
“Israel” espera la venganza de Irán por el asesinato del líder palestino Ismail Haniyeh, en el contexto de una división interna, acelerada a partir del 7 de octubre, valoró este miércoles el diario Wall Street Journal.
Según un artículo publicado en ese medio estadounidense por el periodista israelí Yossi Klein Halevi, este ha sido un “verano de terror” para los colonos, a quienes preocupa que su gobierno sea cada vez menos capaz de disuadir a sus enemigos de cualquier acto militar de venganza.
Mientras “Tel Aviv” se prepara para el desquite iraní, hay también reportes de preocupación por el conflicto interno, en tanto la unidad experimentada al inicio de la epopeya palestina Diluvio de Al Aqsa, 10 meses después ya se disipó.
La amenaza de represalias paraliza a “Israel”. Un estado de máxima alerta y anticipación existe entre los israelíes, los líderes y los colonos.
— Al Mayadeen Español (@almayadeen_es) August 8, 2024
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Halevy valoró cómo ahora, cuando todos los israelíes viven bajo la amenaza inminente de ataques de las naciones árabes, les falla la “disuasión”, núcleo de su doctrina militar.
Desde su perspectiva, el 7 de octubre reveló la fragilidad del poder sionista, y ahora viven “en constante preparación, a pesar de todos los esfuerzos diligentes para cancelar esa fecha”.
En especial el destino de los prisioneros en manos de la Resistencia palestina en Gaza, motivo de unidad inicial, ahora los divide de manera profunda, y eso es peligroso porque la supervivencia a largo plazo de la entidad no sólo depende de la disuasión militar, sino también de la cohesión social.
Halevy tuvo en cuenta las divisiones políticas y sociales en relación con la guerra y su futuro, pues una parte apoya un acuerdo de alto al fuego y el intercambio de prisioneros, y además quiere destituir al primer ministro, Benjamín Netanyahu, mientras otra parte quiere continuar la guerra.
En estos momentos "Israel" sufre escasez de equipamiento y de efectivos para movilizar, y el rechazo de los religiosos ortodoxos (haredim) a servir en el ejército exacerba las divisiones y debilita cada vez más su imagen y poder.