Milicias kurdas cercan áreas controladas por el gobierno de Siria
Las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) mantienen un cerco, por segundo día consecutivo, sobre las áreas controladas por el gobierno en las ciudades de Hasakeh y Qamishli.
Las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) mantienen un cerco, por segundo día consecutivo, sobre las áreas controladas por el gobierno en las ciudades de Hasakeh y Qamishli.
Esta medida se produjo después de que las FDS acusaran a las Fuerzas de Seguridad de Siria estar detrás del ataque lanzado contra ellas por las tribus árabes en Deir Ezzor.
Dicho cerco incluye el bloqueo de las zonas bajo control del gobierno en Hasakeh, Qamishli y sus alrededores, así como la ruta hacia el aeropuerto internacional de Qamishli.
Como consecuencia, impide el movimiento de vehículos y camiones, incluidos los destinados al transporte de combustible, harina, alimentos y verduras. La situación amenaza con provocar una catástrofe humanitaria.
Además, las FDS detuvieron a varios oficiales y soldados del ejército en sus puestos de control.
Según fuentes locales citadas por Al Mayadeen, los militantes de las FDS buscan presionar al ejército sirio para que, a su vez, coaccione a las fuerzas tribales y así evitar nuevos ataques contra sus posiciones en Deir Ezzor.
Consideraron que lo ocurrido en esa provincia es resultado de las prácticas contra las tribus que decidieron emprender una resistencia armada contra las fuerzas kurdas en la región.
Asimismo, las fuentes revelaron que existe una mediación rusa para abordar y poner fin al cerco. Añadieron que las FDS oprimen, hambrean y privan de agua a los civiles con esta acción negativa e inhumana.
No es la primera vez que las FDS llevan a cabo un cerco de este tipo. Anteriormente, bloquearon varias veces las áreas controladas por el gobierno sirio en Hasakeh y Qamishli y solo reabrieron las rutas hacia estas ciudades después de presiones populares o mediación rusa.
Las FDS consideraron el bloqueo como una carta que rápidamente juegan en cualquier confrontación con el ejército sirio o sus fuerzas aliadas, ya sea en Hasakeh o en Alepo.
Además, ven en esta táctica un medio de presión sobre el estado, con el objetivo de obstaculizarlo y "alertarlo sobre no alcanzar una reconciliación con Turquía a costa de las áreas controladas por las FDS" en el noreste de Siria.