Egipto rechaza políticas de Etiopía sobre la presa del Renacimiento
Días después de la arrancada de dos nuevas turbinas, el país vecino plantea la cuestión al Consejo de Seguridad y afirma su rechazo categórico a medidas unilaterales que considera contrarias a los principios del derecho internacional.
Egipto envió una carta al Consejo de Seguridad de la ONU este domingo para reiterar su rechazo categórico a las políticas de Etiopía en cuanto al manejo de las aguas del Nilo en la presa Renacimiento.
Según el mensaje del ministro de Asuntos Exteriores egipcio, Badr Abdel Ati, esas medidas unilaterales violan las reglas y principios del derecho internacional, además de varios documentos puntuales sobre el tema.
En su carta al Presidente del Consejo de Seguridad, el diplomático mencionó el Acuerdo de Declaración de Principios firmado entre Egipto, Sudán y Etiopía en 2015, y la Declaración Presidencial del Consejo de Seguridad emitida el 15 de septiembre de 2021.
A juicio de Abdel Ati, las declaraciones del primer ministro etíope, Abiy Ahmed, sobre la reserva de una cantidad de agua del Nilo Azul este año, y la finalización de la construcción de la estructura de hormigón de la presa, resultan inaceptables para el Estado egipcio.
De acuerdo con sus valoraciones, estas medidas representan una continuación de un enfoque que genera malestar entre sus vecinos y amenaza la estabilidad de la región, donde la mayoría de los países aspiran a mejorar la cooperación y la integración, no a "sembrar semillas de discordia y diferencias entre pueblos unidos por lazos de hermandad y destino común”.
Este domingo, el primer ministro etíope, Abiy Ahmed, publicó en la plataforma X: “La Gran Presa del Renacimiento Etíope desempeña un papel crucial en la gestión del flujo de agua, mitigando los riesgos de inundaciones y garantizando un suministro estable de agua a los países río abajo, especialmente durante períodos de sequía”.
Asimismo, resaltó su potencial para mejorar de forma significativa la productividad agrícola, la producción de electricidad y el uso de recursos en toda la región.
Etiopía anunció, el pasado martes, la puesta en funcionamiento de dos nuevas turbinas en la presa Renacimiento, lo cual le permitirá duplicar su producción eléctrica nacional.
Lanzado en 2011 por un valor de cuatro mil millones de dólares, este proyecto preocupa tanto a Egipto como a Sudán, cuyos territorios dependen del Nilo para sus recursos hídricos.
Mientras Addis Abeba considera la presa esencial para su desarrollo, El Cairo la ve como una amenaza existencial, y Khartum advierte de grandes riesgos para las vidas de millones de sus ciudadanos.
Egipto se extiende por tierras desérticas y cubre al menos el 90 por ciento de sus necesidades de agua dulce con la explotación del Nilo.