Argentina vive una auténtica tragedia social, a raíz de los ajustes impuestos por el gobierno de Javier Milei, que afectan sobre todo a sectores como los jubilados, aseguró la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
 
Durante una clase magistral ofrecida en la Universidad Nacional del Oeste, a propósito de recibir el Doctorado Honoris Causa de esa institución, la exmandataria disertó sobre la situación actual del país y cuestionó las políticas irresponsables del líder del partido La Libertad Avanza.

"Gobernar no es solo manejar la macroeconomía", reprochó la experta, para quien el crecimiento con inclusión social es la verdadera virtud de un gobierno, no "hacer que se mueran todos de hambre para que sobre la plata", reportó la agencia Prensa Latina.

Como denunció la también vicepresidenta del gobierno anterior, Milei pretende avanzar sin pagar deudas, sin ayudar a las provincias, y sin construir obras públicas, comprar vacunas o hacer escuelas y hospitales.

Según recordó, el mandatario actual llegó al gobierno con promesas en nombre de la libertad y críticas fuertes al Estado, pero a nueve meses de su gestión, todos los indicadores fundamentales de la economía resultaron intervenidos en favor de determinados sectores poderosos y detrimento del pueblo.

Al respecto, enumeró como afectados el tipo de cambio, las tasas de referencia del Banco Central, los salarios y el costo de los bienes y servicios, entre otros

También denunció las afectaciones provocadas por el ajuste fiscal en los territorios, las universidades, los jubilados y los trabajadores que perdieron su poder adquisitivo.

"Hoy somos el país más caro en dólares de la región. Todos crecen y nosotros vamos para atrás", aseguró Fernández, y exigió a Milei no envenenar más a la juventud con sus historias de una Argentina vista como una potencia hace 100 años, cuando en verdad eran un desastre.

"Si la educación hubiera llegado a todos los rincones, estas cosas no estarían pasando, no podría venir un lunático a decirnos cosas que no sucedieron y que son mentira", lamentó la homenajeada.

Fernández criticó las constantes ofensas proferidas por el mandatario y su conducta soez, ambas expresiones de una fuerte violencia simbólica.

"Las palabras de un presidente tienen que ser sanadoras", reclamó Fernández, y mencionó casos graves divulgados en el país, como un niño desaparecido desde hace 90 días por tráfico sexual y un diputado provincial y otro legislador acusados de abuso infantil.

Aunque, elogió la aprobación en el Senado de una ley de financiamiento universitario, repudió el reciente veto de Milei a la norma de movilidad jubilatoria, que calificó de "triunfo pírrico", y prueba de su afinidad con "la casta" que tanto criticó en su campaña.

Como siempre, a todo proceso de ajuste le siguen los palos, denunció también: "Vimos a ancianos apaleados, a una niña atacada con gas y a un gobierno mintiendo descaradamente"

En su criterio, esos personajes siempre operaron así, pero ahora es más explícito, porque la situación es más aguda y se caen las máscaras y los disfraces.

Al dirigirse a las personas reunidas, la líder peronista instó a fortalecer la solidaridad y el amor, a aprender a respetarse todas las corrientes y no hablar de "exterminar" a los rivales políticos o incitar a las competencias.

"Los problemas no se solucionan pisándole la cabeza a los pobres para darle más a los ricos", enfatizó.

Para concluir su conferencia, reflexionó: "Confío infinitamente en la fuerza del pueblo. La historia se toma sus tiempos. La patria no se vende".