Libaneses regresan al sur y colonos israelíes sienten más inseguridad
Mientras los ciudadanos libaneses siguen regresando a sus hogares a partir del alto al fuego acordado, los colonos israelíes a lo largo de la frontera septentrional expresan su preocupación por las capacidades demostradas por Hizbullah.
Tras la entrada en vigor del acuerdo de alto al fuego entre Líbano e "Israel", en las primeras horas de este miércoles, la insatisfacción resultó evidente por parte de los colonos y numeosos funcionarios israelíes.
El disgusto responde a la incapacidad de la entidad sionista de imponer sus condiciones a la Resistencia libanesa, Hizbullah, o de lograr eliminar sus reservas de misiles y drones.
Mientras los ciudadanos libaneses van regresando a sus aldeas y pueblos en el sur, cerca de los límites con la Palestina ocupada.
Por su parte, el jefe del Foro de Asentamientos a lo largo de la frontera, Moshe Davidovich, lamentó la falta de un "retorno seguro al norte para los colonos", aunque este era uno de los objetivos de la guerra.
Davidovich calificó de "triste" este día de la firma del acuerdo, en tanto los israelíes no salieron victoriosos, y retomar la Resolución 1701 favorecerá a Hizbullah.
Mientras, el exportavoz de las fuerzas de ocupación, Ronen Manelis, desestimó las afirmaciones del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien alardeó de empujar a la Resistencia a 15 kilómetros de la valla fronteriza.
Pensar que los combatientes ya no estarán presentes al sur del río Litani es un total disparate, aseguró Manelis, porque, en su juicio, "los residentes de las aldeas del sur son Hizbullah, y esto no se puede cambiar".
Tales observaciones coinciden con las del exjefe de Inteligencia Militar, Tamir Hayman, para quien el ejército israelí no logró ninguno de sus objetivos en la campaña contra Líbano.
Según reconoció este alto oficial, los combatientes libaneses demostraron, a través de su audacia, que "las reglas de combate se determinan únicamente en el campo de batalla".
También el Canal 14 israelí condenó el regreso de la población a sus aldeas y pueblos del sur, a pesar de las amenazas del portavoz de las fuerzas de ocupación israelíes.
Con prontitud, el alcalde de Kiryat Shmona, Avihay Stern, expresó su descontento con la idea de forzar a los colonos a regresar a los asentamientos del norte, "como ganado para sacrificar".
A su vez, el jefe de Metula, David Azulai, criticó al gobierno israelí por abandonar el norte a su suerte.
En esa cuerda se pronunció también el jefe del Consejo Regional de Merom HaGalil, Amit Sofer, para quien el acuerdo de cese del fuego "ofrece calma, no seguridad", y nadie quiere vivir en un lugar donde no haya seguridad.