El ministro israelí de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, irrumpió en la Mezquita de Al-Aqsa durante el primer día del llamado “Festival Judío de las Luces (Hanukkah)” y lideró redadas de colonos en sus alrededores, en medio de un intenso despliegue de fuerzas de ocupación en las inmediaciones de la Ciudad Vieja.

De acuerdo con el periódico Israel Hayom, Gvir alegó que desde el “Monte del Templo, oré por la seguridad de nuestros soldados, el regreso de los secuestrados, vivos y muertos, y el logro de la victoria completa en la guerra”.

Seguidamente, la oficina del primer ministro Benjamín Netanyahu afirmó que el “status quo en el Monte del Templo no cambió”.

Junto con la irrupción del titular sionista, grupos de colonos accedieron violentamente en la  Mezquita de Al-Aqsa y realizaron oraciones talmúdicas en las proximidades del Muro de Buraq, en medio de un intenso despliegue de fuerzas militares.

La ocupación envió una unidad especial en los patios del recinto sagrado para asegurar el asalto e impedir que los fieles palestinos penetraran, además, reforzó sus procedimientos alrededor de la Ciudad Vieja de Jerusalén y en las puertas de la Mezquita.

Igualmente, establecieron dos puestos de control militares en las ciudades de Silwan e Issawiya en la Jerusalén ocupada y registraron los automóviles de los palestinos.