Militantes uigures en Siria amenazan al gobierno chino
El Partido Islámico de Turkestán, formado por uigures, pretende aprovechar la situación en Siria para apropiarse por la fuerza del territorio chino de Xinjiang.
El líder del Partido Islámico de Turkestán emitió un comunicado amenazante, poco antes del colapso del anterior gobierno sirio, dirigido a los "infieles chinos", a quienes prometió dar a probar "el mismo tormento que los infieles probaron en Siria, Dios deseoso."
De acuerdo con un análisis del periódico británico The Economist, esa fuerza política, formada por combatientes uigures de la región de Xinjiang, en China, insiste en crear un Estado islámico en esa provincia y otras partes de Asia Central.
Beijing reiteró durante mucho tiempo su preocupación por la presencia de tal Partido en Siria y, en 2016 comenzó a mantener conversaciones mensuales con el gabinete del expresidente Bashar Al Assat para intercambiar información de inteligencia sobre los movimientos del grupo, según la agencia Associated Press.
El 31 de diciembre pasado, un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino llamó a todos los países a reconocer la naturaleza violenta de ese grupo y a eliminarlo.
Sin embargo, otros países consideraron irrelevante la amenaza, no dirigida contra sus intereses y por tanto no tienen "nada que temer", valoró The Economist.
Como muchos yihadistas, el Partido Islámico de Turkestán ondeaba una bandera negra con la Shahada escrita en blanco, pero ahora incluyó el nombre uigur de Xinjiang, y es una copia de la bandera del Turquestán Oriental, detalló el diario británico.
En una entrevista concedida a ese mismo medio, un investigador de la Universidad George Washington, Sean Roberts, opinó que el Partido Islámico de Turkestán no tiene ningún interés real en la yihad global, no se queja de Occidente y se centra en la independencia del territorio considerado su patria.
Con la creciente inclinación del grupo hacia el islamismo, ha ganado apoyo en Xinjiang, según activistas uigures.
A pesar del reciente ascenso de tres de sus miembros a los altos rangos del ejército sirio, el articulista puso en duda que al Partido Islámico de Turkestán se le permita utilizar Siria como punto de partida para trabajar en el extranjero.
Según The Economist, el nuevo gobierno sirio buscará complacer a China para recibir ayuda, y por tanto ese grupo deberá someterse también a cualquier programa de desarme.
De hecho, “el líder de Hay'at Tahrir al-Sham, Ahmed al-Sharaa (al-Golani), reconoció sentir simpatía por la causa de los uigures, pero su lucha contra China no es la lucha de los demás grupos hoy en el poder.