Estados Unidos ejerce presión sobre altos funcionarios en Beirut para limitar la influencia de la Resistencia de Líbano (Hizbullah) o sus aliados en el próximo gobierno e impedirles designar al ministro de Finanzas del país, informó Reuters.

Según fuentes familiarizadas con el asunto, la intervención estadounidense busca aprovechar los cambios en el equilibrio de poder en Líbano y en el Medio Oriente en general.

Washington advirtió al primer ministro designado, Nawaf Salam, y al presidente Joseph Aoun, de no vincular a Hizbullah al nuevo gabinete.

El empresario libanés-estadounidense, Massad Boulos, fue uno de los encargados de transmitir ese mensaje a las autoridades en Beirut.

De acuerdo con EE. UU., facilitar a Hizbullah o el movimiento Amal la proposición del ministro de Finanzas podría perjudicar las posibilidades de Líbano de acceder a fondos extranjeros para ayudar a cubrir los costos de la reconstrucción tras la guerra.

El nuevo gobierno estadounidense comunicó a Salam su rechazo a que Hizbullah y los aliados mantengan los viejos privilegios, incluido el acceso a ministerios sensibles como el de Finanzas.