Marco Rubio visita Panamá para tratar agenda de presidente de EE. UU.
Entre sus prioridades están el control de la migración ilegal, el combate contra el crimen organizado transnacional y el narcotráfico, debatir la influencia de China en la región y el fortalecimiento de los lazos económicos para promover el desarrollo en el hemisferio, según informes de prensa.
El secretario de Estado de los Estados Unidos, Marco Rubio, llegó en la noche del sábado a Panamá para iniciar así su primera gira internacional en el cargo a Centroamérica, donde abordará la política migratoria del presidente Donald Trump.
Rubio señaló este domingo en sus redes sociales los esfuerzos de Washington por fortalecer la seguridad nacional, proteger las fronteras y mejorar la prosperidad económica de los estadounidenses.
Según un artículo en The Wall Street Journal, su viaje refuerza la prioridad de la administración Trump de enfocarse en la región.
Entre los temas centrales de su agenda están el control de la migración irregular, la lucha contra el narcotráfico y la creciente influencia de China en América Latina.
Sobre el último punto, Rubio transmitirá a los líderes de la región la intención de Trump de retomar el control del Canal de Panamá, entregado a las autoridades panameñas en 1999 tras la firma del tratado Torrijos-Carter en 1977.
El presidente panameño, José Raúl Mulino, rechazó cualquier posibilidad de negociación sobre la soberanía del cruce marítimo. “Es imposible, no puedo negociar. El canal pertenece a Panamá”, declaró el jueves.
Sin embargo, en entrevista concedida a SiriusXM, Rubió indicó el interés estratégico de Estados Unidos en la vía interoceánica ante la presencia de inversiones chinas.
Además, advirtió de la supuesta intención de China de bloquear el tráfico, lo cual violaría el tratado de 1977.
De acuerdo con analistas, aunque Panamá rechaza ceder la soberanía del canal, podría considerar transferir la concesión de operaciones a una empresa estadounidense o europea, y ello podría mitigar las preocupaciones de Washington.
No obsante, no está claro si Trump aceptaría esta medida como suficiente.
En esta misma jornada dominical, Rubio llegará a El Salvador garrote en mano o estará acompañado de una zanahoria de conciliación, según diversos analistas, para imponer condiciones de “paz por medio de la fuerza”.
Ya en San Salvador, el jefe de la diplomacia estadounidense echará una ojeada a las pretensiones de Nayib Bukele de convertir al país en un centro regional de comercio y tecnología, en lo cual pudiera haber presencia de China.
La visita no solo reforzará su buena relación con el mandatario sino también reabre el debate sobre migración, deportaciones y el regreso del acuerdo de “tercer país seguro”.
Como senador, Rubio elogió en varias ocasiones las políticas de seguridad impulsadas por el gobernante salvadoreño, en especial la lucha contra las pandillas a través del régimen de excepción.
Para algunos observadores la visita podría enfocarse en presiones para ralentizar más la negociación de un Tratado de Libre Comercio (TLC) en negociación con China, destinado a abrir el mercado local a producciones del gigante asiático.