Argelia aspira a ser país emergente en dos años
Sobre las ayudas de Francia para el desarrollo de Argelia, valoradas entre 20 y 30 millones de dólares anuales, el mandatario Abdelmadjid Tebboune señaló no necesitar auxilios para servir a los intereses galos.
Argelia será un país emergente dentro de dos años y no necesita la ayuda de Francia para desarrollarse, aseguró el presidente Abdelmadjid Tebboune.
En entrevista concedida al diario L’Opinion, el mandatario pronosticó alcanzar niveles económicos comparables a los de países del sur de Europa para 2027, con un producto interno bruto superior a los 400 mil millones de dólares.
Según Tebboune, para la referida fecha la nación habrá completado la ejecución de su programa para construir 3,5 millones de casas, de las cuales ya entregó dos millones, y resuelto el problema del acceso al agua.
Además, está planificado reducir la importación de materias primas y promover la fabricación nacional de una amplia gama de productos.
De acuerdo con Tebboune, Argelia será posicionada entre los mayores exportadores de fosfato y sus derivados, desarrollará proyectos de energía solar y producción de hidrógeno verde, y fortalecerá su capacidad para abastecer de energía a Europa.
También trabajará en mejorar su seguridad alimentaria y movilizar más recursos hídricos.
Sobre las ayudas francesas para el desarrollo, valoradas entre 20 y 30 millones de dólares anuales, el mandatario señaló no necesitar auxilios para servir a los intereses galos.
En la actualidad, el presupuesto estatal argelino asciende a 130 mil millones de dólares y el país no tiene deuda externa.
Sobre las relaciones económicas con otros socios internacionales, Tebboune señaló el interés de China en varios sectores clave de Argelia, incluidos tecnologías avanzadas, electrónica, la digitalización y baterías de litio, y los recursos naturales.
Asimismo, elogió la cooperación con Italia y sus buenas intenciones de consolidar su presencia económica.
La solicitud de Argelia para revisar el acuerdo de asociación con la Unión Europea obedece a su deseo de garantizar condiciones preferenciales para sus exportaciones en el mercado del Viejo Continente.
Mientras en 2005 el país dependía casi exclusivamente de los hidrocarburos, ahora cuenta con una producción industrial diversificada encaminada a impulsar las ambiciones exportadoras.