Arabia Saudita aspira al protagonismo en nuevo orden global de Trump
Según la agencia Bloomberg, el príncipe heredero saudita sacará partido de sus cercanos lazos a los líderes de las potencias mundiales, y buscará cumplir su propia agenda en lel reajuste geopolítico de Medio Oriente.
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presidente de Estados Unidos, Donald Trump y príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman.
Mientras el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, busca poner fin a la guerra en Ucrania y redibujar el equilibrio estratégico en Oriente Medio, un nombre destaca en el centro de estos movimientos: el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman.
De acuerdo con la agencia estadounidense Bloomberg, el príncipe es uno de los pocos líderes en la escena internacional con vínculos cercanos tanto con Trump como con el presidente ruso, Vladímir Putin, lo cual lo ubica como una figura clave en estos momentos, cuando muchos líderes árabes encuentran cada vez más complejo interactuar con Washington.
Ante ese escenario, Riad cuenta ahora con una posición estratégica privilegiada, y pudiera ser el lugar más probable para acoger una cumbre entre Trump y Putin sobre la crisis en Ucrania, a criterio de la agencia citada.
Según fuentes cercanas a Bin Salman, el príncipe ve en el enfoque controvertido de Trump una oportunidad para resolver conflictos en Medio Oriente y otras regiones.
Trump mencionó este jueves, tras su reunión con el primer ministro indio, Narendra Modi, la posibilidad de un encuentro entre potencias en Arabia Saudita, a nivel de altos funcionarios, en la cual Ucrania también participará.
Si bien recibir a los mandatarios de EE. UU. y Rusia en Arabia Saudita parece viable, lidiar con el plan de Trump para Gaza supone un desafío mayor para Bin Salman, en tanto debe tener en cuenta las,profundas preocupaciones de Riad sobre la iniciativa desde una perspectiva árabe e islámica. valoró el medio de prensa.
La respuesta inicial de Arabia Saudita a los intentos de expulsar a la población gazatí hacia países vecinos fue insistir en el derecho a la creación de un Estado palestino y rechazar cualquier otro plan de desplazamiento forzado.
Riad, junto con otros gobiernos árabes, teme que un flujo masivo de refugiados desestabilice Egipto y Jordania y afecte el equilibrio de toda la región.
Los líderes sauditas consideran inaceptable para el mundo árabe un colapso de ese tipo, porque obligaría a Riad y otros gobiernos de la región a intervenir con apoyo financiero si Trump decide cortar la ayuda a ambos países.
No obstante, confían en la posibilidad de evitar estos escenarios, y confiían en la relación especial cultivada por Bin Salman con Trump desde su primer mandato e incluso después de la derrota electoral del republicano en 2020.
En este contexto, el plan alternativo de Egipto para la Franja de Gaza debe ser discutido en la cumbre de Riad del próximo 20 de febrero, reveló Bloomberg.
Tal cita reunirá a Bin Salman, el rey jordano, Abdullah II, y el presidente egipcio, Abdel Fattah El-Sisi, junto a líderes de otros dos países árabes.
Al decir de la agencia, el príncipe irá con su propia agenda, y esta incluye acuerdos de cooperación con EE. UU. en defensa, tecnología y energía nuclear; al parecer aceptables para Washington si Arabia Saudita acepta normalizar relaciones con “Israel”.
Según la investigadora del Instituto Washington para Estudios de Medio Oriente, Anna Borshchevskaya, la Casa Blanca apoya las aspiraciones de liderazgo regional de Arabia Saudita, y su enfoque transaccional sugiere que podría sacar provecho de esta relación.