El responsable de la Unidad de Enlace y Coordinación de la Resistencia de Líbano (Hizbullah), Wafiq Safa, negó cualquier conexión del grupo con el ataque a la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas (Unifil). 

"Hizbullah tiene una buena relación con la ONU y la coordinación entre ellos es completa", dijo en declaraciones a Al Mayadeen.

Al mismo tiempo, Safa calificó como inaceptable el ataque del pasado viernes contra un convoy de la misión de paz cerca del aeropuerto de Beirut.

"Debemos diferenciar entre una sentada pacífica, en la que expresamos nuestra opinión contra la decisión de prohibir el avión iraní, y lo que ocurrió como un ataque a las tropas de la ONU", añadió.

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Safa dirigió un mensaje a las autoridades y al ejército libanés con las siguientes palabras: "Miren la situación del pueblo y no lo presionen más".

El funcionario de Hizbullah señaló que la retirada de las fuerzas israelíes de las aldeas fronterizas, con fecha límite fijada para el 18 de febrero, y su manejo con la Comisión de Supervisión del acuerdo de alto al fuego es una cuestión bajo la responsabilidad del Estado. 

"A la luz de los resultados de las comunicaciones y lo que haga la comisión, Hizbullah tomará una posición que será expresada por su secretario general en el funeral del mártir de la nación", apuntó.

La declaración de Safa se produjo después de que la agencia Reuters citara a un funcionario libanés y a un diplomático extranjero diciendo que "Israel" solicitó postergar la permanencia de sus fuerzas en cinco posiciones del sur del Líbano hasta el 28 de febrero.

Durante una sentada pacífica en la carretera del aeropuerto de Beirut, el vicepresidente del Consejo Político de Hizbullah, Mahmoud Qamati, denunció que Líbano está bajo "imposiciones" de Estados Unidos.

Mientras Qamati pronunció este sábado su discurso, el ejército libanés lanzó bombas de gas lacrimógeno contra los manifestantes y se escucharon ráfagas de disparos.