Grupos armados atacan aldeas en Latakia y Tartus, Siria
Durante las últimas 24 horas fueron perpetradas más de 10 masacres contra la comunidad alawita y cerca de mil civiles perdieron la vida por la acción de colectivos criminales descritos como "indisciplinados".
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Fueras de seguridad siria en la zona de Qadmus, en la parte rural de Tartus. Foto: AFP.
Varias aldeas en las provincias de Tartus y Latakia, en Siria, fueron atacadas por grupos armados.
Según confirmaron este domingo fuentes locales a Al Mayadeen, las localidades afectadas incluyen Taanina, Al-Hattaniya y Al-Jawar en Tartus, así como Rameila y al-Naqaa en la campiña de Jableh, en Latakia.
Las incursiones fueron extendidas hacia las campiñas de Hama y algunas aldeas en las afueras de Homs.
Durante las últimas 24 horas fueron perpetradas más de 10 masacres contra la comunidad alawita y cerca de mil civiles perdieron la vida por la acción de colectivos criminales descritos como "indisciplinados".
Conforme al Ministerio del Interior de la nueva administración siria, la Dirección de Seguridad General envió refuerzos adicionales a la región de Qadmous con el objetivo de restablecer el orden.
Un funcionario del Ministerio de Defensa notificó a la agencia SANA enfrentamientos violentos cerca de la aldea de Taanita, en la provincia de Latakia, a donde huyeron supuestamente numerosos elementos del antiguo gobierno.
Los servicios de comunicación e internet fueron interrumpidos en las provincias de Daraa y Sweida debido al corte de cables entre Daraa y Damasco.
En medio de una creciente inseguridad y ejecuciones extrajudiciales llevadas a cabo por elementos del Ministerio de Defensa y al Departamento de Seguridad Interna, calificados como indisciplinados, Ahmed Al-Sharaa (Al-Golani), presidente de la fase transitoria en Siria, evaluó lo ocurrido como parte de los desafíos previstos.
También destacó la necesidad de preservar la unidad nacional y la paz civil.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos confirmó la muerte de mil 18 personas en la costa siria, incluidos 745 civiles.
Decenas de cuerpos permanecen esparcidos en las carreteras y calles de las aldeas, sin que sus familiares puedan recuperarlos o enterrarlos.
Los habitantes de los sitios mencionados huyeron hacia las montañas y bosques por temor a ser asesinados.