Violencia limita tiempo de Al Sharaa para construir una Siria unida
El actual conflicto en Siria representa una señal de alarma para la nueva administración tras promesas de formar un gobierno inclusivo, señaló del exdirector del servicio de inteligencia británico MI6.
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El autoproclamado líder de Siria concentró el poder en él y un grupo reducido de seguidores durante la Conferencia Nacional de Diálogo celebrada el mes pasado en Damasco.
La violencia en las ciudades costeras de Siria constituye un signo preocupante de los riesgos de división sectaria en el país y limita el tiempo del presidente de la transición, Ahmed Al-Sharra (Al-Golani), para la reconstrucción desde la unidad.
Según un artículo del exdirector del servicio de inteligencia británico MI6, publicado en el Financial Times, el conflicto representa una señal de alarma para la nueva administración siria tras promesas de formar un gobierno inclusivo.
Al-Sharaa concentró el poder en él y un grupo reducido de seguidores durante la Conferencia Nacional de Diálogo celebrada el mes pasado en Damasco, en la cual participaron otras facciones opositoras, destacó la publicación.
Hayat Tahrir Al-Sham surgió de la rama siria de Al Qaeda y ello evidencia el arraigo a una corriente islámica salafista, carente de apoyo incluso entre la mayoría sunita.
De acuerdo con el experto, Al-Sharaa designó a sus colaboradores de Hayat Tahrir Al-Sham en posiciones clave del nuevo ejército tras disolver el antiguo y también la policía.
Estas acciones fueron descritas como una repetición de los errores dolorosos cometidos por los estadounidenses en Irak tras la caída del régimen de Saddam Hussein.
A juicio del autor, Al-Sharra debe actuar con prontitud para demostrar su compromiso con la construcción de una Siria inclusiva, pues intentar reinstaurar un régimen autoritario en un país diverso es una receta para una resistencia violenta.
Siria cuenta con numerosas milicias armadas, amplias oportunidades para la injerencia extranjera y una determinación entre los sirios de no regresar a un sistema donde una sola secta domine sobre las demás, recordó.
El artículo consideró el acuerdo con los kurdos como un primer paso vital, pero instó a tomar medidas adicionales con las minorías y otras regiones, así como a unificar a todas las milicias bajo un enfoque común en lugar de desarmarlas por la fuerza.
Los grupos armados no aceptarán disolverse a menos de que estén convencidas de la protección legal y constitucional de los intereses de sus comunidades y los alauitas necesitan una posición destacada en el nuevo sistema político, recordó.
A su vez, la declaración constitucional emitida el jueves incluye algunos principios útiles, pero la futura asamblea representativa debe estar abierta a un debate sincero y evitar una adopción rígida de la sharía islámica.
En opinión del exjefe del MI6, Al-Sharaa necesita atraer a los expatriados sirios con habilidades y conexiones internacionales para liderar un gobierno tecnocrático para garantizar la eliminación de las sanciones occidentales restantes y revitalizar la economía, lo cual implicaría compartir el poder en lugar de concentrarlo en su persona.
Siria avanza hacia la fragmentación, lo cual representa una oportunidad perdida y un regalo para grupos terroristas como Daesh y Al Qaeda, y Al-Sharaa tiene poco tiempo para demostrar su capacidad de construir una nación tolerante e inclusiva prometida, advirtió.