Protestas en Hasakeh contra declaración constitucional de Siria
Las ciudades de la provincia de Hasakeh fueron testigos de protestas populares en rechazo a la firma de la declaración constitucional de Siria pues "refuerza el monopolio del poder" en el presidente de la fase transitoria.
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Protestas en Hasakeh contra declaración constitucional de la autoridad de transición en Siria
Varias ciudades de la provincia de Hasakeh, controladas por las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), registraron protestas populares este viernes, tras la firma de la declaración constitucional por parte del presidente de la fase transitoria, Ahmed al-Sharaa (Al-Golani).
La nueva carta inició un período de transición de cinco años, concentrando todos los poderes en el presidente de la República sin mecanismos de rendición de cuentas, lo que provocó el rechazo de la comunidad kurda y exigencias de revisión.
Al-Sharaa firmó el borrador de la declaración constitucional dos días antes, tras recibirlo del comité de expertos legales que trabajó en su redacción.
Los manifestantes kurdos sirios denunciaron en sus pancartas la exclusión de diversas comunidades del diálogo nacional y del comité encargado de elaborar el documento.
También rechazaron las políticas de marginación, similares a las del régimen anterior.
Los participantes instaron a potencias extranjeras y árabes a intervenir para frenar la exclusión de grupos étnicos y religiosos en Siria y exigieron la revocación de medidas de todas las discriminatorias.
Además, subrayaron la importancia de una gestión compartida del país.
Reacciones y condenas expresadas a Al Mayadeen
Por su parte, la kurda Malva Khaled condenó las "masacres contra los alawitas en Siria", y señaló que requieren una rendición de cuentas inmediata pues podrían repetirse contra otros grupos.
También, afirmó que la declaración constitucional es excluyente, no representa a todas las comunidades sirias y no está a la altura de los sacrificios del pueblo sirio durante años de conflicto.
Khaled instó a la autoridad transitoria a cambiar su enfoque hacia los demás grupos y verlos como socios en la reconstrucción del país.
Asimismo, advirtió sobre la política de "quien libera, decide", advirtiendo que conducirá a graves consecuencias.
En el mismo contexto, Aldar Muhammad afirmó que la declaración constitucional destruyó el acuerdo entre el general Mazloum Abdi y Al-Sharaa firmado hace días con el objetivo de integración y asociación.
Según su opinión, lo ocurrido no refleja en absoluto la cooperación, sino que refuerza el monopolio del poder y allana el camino a una nueva dictadura.
Muhammad llamó a las FDS, la Administración Autónoma y otros sectores sirios a adoptar una postura firme contra las medidas excluyentes.
Insistió en que todos deben participar en la construcción de Siria, abrir una nueva página y rechazar la marginación; de lo contrario, el futuro será incierto.
Críticas de las principales fuerzas kurdas
La Administración Autónoma, las FDS y el Consejo Nacional Kurdo emitieron declaraciones de condena a la declaración constitucional en las que expresaron su temor ante una nueva fase de concentración de poder más centralizada que en el régimen anterior.
Subrayaron la necesidad de revisar el documento y conformar un comité representativo de todos los grupos sociales, religiosos y étnicos para redactar una carta constitucional inclusiva que siente las bases para una transición política democrática en Siria.
La Administración Autónoma del Norte y Este de Siria calificó la declaración constitucional como un texto "contrario a la realidad siria y su diversidad", con artículos similares a los del régimen anterior.
En su comunicado, aseguró que el documento excluye a diversas comunidades, tanto kurdas como árabes, y mantiene un formato tradicional alineado con los estándares del viejo sistema.
Asimismo, afirmó que la declaración no representa las aspiraciones del pueblo ni reconoce su identidad genuina dentro de Siria, socavando los esfuerzos por una verdadera democracia.
La administración expresó su esperanza de que las prácticas y enfoques retrógrados no regresen al punto de partida, ya que esto solo agravaría el sufrimiento del pueblo sirio.
Por su parte, el Consejo Nacional Kurdo demostró que la declaración defraudó las expectativas y se aleja del objetivo de construir un Estado democrático que refleje la diversidad real de la sociedad siria.
Señaló que el texto fue redactado por un comité que no representaba a todas las corrientes políticas, étnicas y religiosas, lo que le restó legitimidad y consenso nacional, reforzando la exclusión y el monopolio del poder.
El colectivo criticó que "la nueva carta fortalece el sistema centralista y otorga amplias facultades al presidente sin garantías claras de separación de poderes o equilibrio institucional, y suscita temores de un nuevo autoritarismo".
Agregó que establecer un período transitorio de cinco años sin asegurar una participación equitativa convierte esta fase en una herramienta para consolidar el statu quo en lugar de facilitar una transformación política genuina.
El Consejo Nacional Kurdo exigió una revisión del documento para garantizar el pluralismo político y étnico en Siria.
Según el borrador de la declaración constitucional, la jurisprudencia islámica será la fuente principal de legislación, y el islam seguirá siendo la religión del presidente del Estado.
El texto reafirma la separación total de poderes y otorga al Parlamento la autoridad legislativa y al presidente el control del Ejecutivo, con la facultad de declarar el estado de emergencia.