El ministro de Justicia de Turquía, Yılmaz Tunç, afirmó este martes que el gobierno continuará su lucha contra el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), mientras la organización no acate el llamado de su líder, Abdullah Öcalan, a deponer las armas.

Durante una declaración realizada el martes en Ankara, Tunç señaló que el mensaje de Öcalan no está dirigido al Estado, sino a la propia organización.

Pidió la celebración de una conferencia para encontrar una solución integral que permita a todas las facciones abandonar las armas.

"Si el PKK no responde a este llamado, la guerra contra el terrorismo continuará, y no hay espacio para retroceder en esta lucha", aseguró el titular.

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Además, destacó que es prematuro hablar de los próximos pasos, y subrayó la importancia de esperar los resultados de los llamados de Öcalan antes de tomar nuevas medidas.

Respecto a las condiciones de detención de Öcalan, quien cumple una condena de prisión perpetua en la isla de İmralı, en el mar de Mármara, Tunç indicó que no se contempla ningún cambio individual en su régimen carcelario.

Agregó que se trabaja continuamente en mejorar las legislaciones relacionadas con el sistema penitenciario en general.

Por otra parte, el corresponsal de Al Mayadeen informó este lunes que siete miembros de una misma familia murieron tras un bombardeo turco contra una casa en la aldea de Kamcı, en las afueras de Kobani, al norte de Siria.

Días antes, el ministro de Defensa turco, Yaşar Güler, declaró que todas las ramas del PKK activas en diferentes regiones deben decidir disolverse lo antes posible y entregar sus armas de inmediato y sin condiciones.

Mientras que Öcalan emitió un mensaje en turco y kurdo durante una visita de una delegación del Partido de la Igualdad y la Democracia de los Pueblos en la prisión, en el que pidió deponer las armas, disolver el partido y poner fin al conflicto con Turquía.