Una tensa calma marcó la jornada del martes en las fronteras entre Líbano y Siria, a la espera de que el grupo armado Hayat Tahrir al-Sham cumpla con la retirada total de sus efectivos de un sector de la localidad de Hosh al-Sayyed Ali.

Según informó el corresponsal de Al Mayadeen, el ejército libanés y la Cruz Roja recibieron los cuerpos de dos jóvenes de la familia Madlaj en el puesto de seguridad general de Al-Josseh-al-Qaa, tras haber sido secuestrados hace tres días y ejecutados.

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A pesar del esfuerzo de Beirut por mantener el acuerdo de alto al fuego negociado, los militares sirios violaron las disposiciones al efectuar disparos hacia la zona limítrofe de Meshrfa, Hosh al-Sayyed Ali y Juntaliya, donde las tropas libanesas respondieron de manera limitada contra las fuentes de fuego.

Por su parte, el ministro de Defensa de Líbano, Michel Menassa, y su homólogo en el gobierno interino sirio, Murhaf Abu Qasra, discutieron los recientes acontecimientos en la frontera común.

Las partes acordaron un alto al fuego y mantener la comunicación constante entre los servicios de inteligencia para evitar una escalada en la región y proteger a la población civil.