Trump nombra a activista proisraelí como embajador en Sudáfrica
Leo Brent Bozell III, fundador de un grupo mediático conservador, es el nominado por el presidente en medio de crecientes tensiones diplomáticas
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Leo Brent Bozell III, nuevo embajador de Estados Unidos en Sudáfrica.
El presidente Donald Trump nombró a un activista mediático conservador y proisraelí embajador de Estados Unidos en Sudáfrica, en un momento en el cual la relación entre ambos países está en su punto más bajo.
Leo Brent Bozell III fundó en 1987 el Media Research Center, un sitio de blogs diseñado para difundir los valores conservadores, la cultura, la política y exponer el sesgo liberal de los medios de comunicación.
Su hijo Leo Brent Bozell IV fue condenado a 45 meses de prisión en mayo de 2024 por agredir a la policía y romper ventanas en los disturbios del 6 de enero de 2021 en el Capitolio. Fue liberado en enero como parte del indulto masivo de Trump.
El nombramiento de este hombre de 69 años debe ser confirmado por el Senado y ocurre después de la expulsión del embajador de Sudáfrica en Washington, Ebrahim Rasool, a principios de este mes, y en medio de las denuncias en torno a la discriminación de la minoría blanca por parte de las autoridades de Pretoria.
Por su parte, el secretario del Departamento de Estado, Marco Rubio, denunció la postura racista de Rasool hacia los estadounidenses.
Las afirmaciones surgieron cuando Rasool acusó al movimiento Maga de Trump de responder a instintos supremacistas.
En febrero, Trump firmó una orden ejecutiva para recordar ayuda a Sudáfrica y la imputó de discriminación racial contra los afrikáners blancos, quiens gobernaron el país durante el apartheid. La orden también les ofreció el reasentamiento de refugiados.
A su vez, el presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, señaló el nombramiento de un sustituto de primera clase para Rasool.
Los recortes financieros de EE. UU. están totalmente dentro de su propio derecho y en muchos sentidos son una llamada de atención para ser más autosuficientes, apuntó el mandatario.
Por otro lado, la relación entre Estados Unidos y Sudáfrica empeoró en la etapa del gobernante Joe Biden, cuando Pretoria rechazó tomar partido contra Rusia en su confrontación con Ucrania.
Con posterioridad, las brechas crecieron desde el momento en que Sudáfrica presentó ante la Corte Internacional de Justicia una demanda en la cual acusó a "Israel" de genocidio en Gaza.
El tribunal de la ONU ordenó a "Israel" tomar medidas para prevenir posibles actos de genocidio y tiene hasta julio para responder al caso.
Los grupos conservadores afrikáners, los cuales cuentan con el oído de los aliados de Trump, promovieron teorías conspirativas sobre un genocidio blanco en Sudáfrica.
Sin embargo, la tierra y la riqueza quedron concentradas en manos de los sudafricanos blancos, quienes representan el siete por ciento de la población, mientras los negros compilan el 81.
De acuerdo con algunos analistas, Sudáfrica podría tender puentes a través de Elon Musk, multimillonario de origen sudafricano y líder de la apuesta de Trump por reducir drásticamente el tamaño del Gobierno estadounidense.
Pero Musk es cada vez más crítico con Sudáfrica, y Trump reiteró algunas de sus declaraciones.
Musk arremetió de forma repetida contra el requisito de que los inversores en telecomunicaciones cedan el 30 por ciento del capital de su filial sudafricana a propietarios negros.