El Consejo Militar de Sweida, en el sur de Siria, pidió al Consejo de Seguridad de la ONU establecer una zona segura bajo supervisión internacional para detener el derramamiento de sangre en la provincia.

También respaldó la declaración del líder espiritual druso, Sheikh Hikmat al-Hijri, quien exigió protección urgente para los civiles.

Por medio de un comunicado oficial, el consejo demandó el envío inmediato de equipos de investigación para documentar los crímenes cometidos y exigió procesar a los responsables ante instancias globales.

Advertencia contra financiamiento al terrorismo

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El mecanismo denunció a los países financiadores del grupo terrorista Hay'at Tahrir al-Sham, acusado de practicar la limpieza sectaria, en abierta violación de los derechos humanos.

Las agrupaciones criminales buscan desmantelar la unidad regional mediante ideologías extremistas y ataques a la identidad cultural drusa, aseguró la entidad.

Además, afirmó estar dispuesta a cooperar con organismos internacionales serios para garantizar la seguridad, pero rechazó cualquier intento de ingreso de las Fuerzas Generales de Seguridad a Jabal al-Arab, a fin de proteger la paz civil.

Crímenes documentados en Sahnaya y Sweida

En la localidad de Sahnaya ocurrieron asaltos sistemáticos contra la población drusa, incluidos asesinatos indiscriminados, detenciones arbitrarias e insultos contra líderes religiosos y lugares sagrados.

La institución acusó al mundo de guardar silencio ante estos ataques, lo cual fomenta la impunidad y alienta al terrorismo.

Sweida, de mayoría drusa, enfrenta una escalada de violencia sectaria y amenaza con desestabilizar el sur de Siria.

Ante la falta de acción internacional y el avance de los terroristas, las autoridades locales reclaman mecanismos de protección respaldados por la ONU para evitar una nueva tragedia en medio del prolongado conflicto sirio.