La encargada del expediente de Líbano en el gobierno de Estados Unidos, Morgan Ortagus, dejará su puesto como subalterna del enviado especial Steve Witkoff, informó el Canal 14 israelí.

El medio calificó su salida de mala noticia para "Tel Aviv" debido al papel central desempeñado en el impulso de iniciativas dirigidas a desarmar a la Resistencia de Líbano (Hizbullah).

La decisión formó parte de una serie de cambios en el Consejo de Seguridad Nacional estadounidense, entre ellos el despido de los responsables del expediente de Irán y de los asuntos de Medio Oriente y Norte de África, Merv Sarin y Eric Trager, respectivamente.

Ambos eran considerados aliados incondicionales de "Israel" dentro del aparato diplomático de Washington.

Sarin, Trager y una limpia estratégica

Sarin y Trager fueron nombrados durante la gestión del exasesor de Seguridad Nacional Mike Waltz, pero su salida ocurrió con la llegada de Marco Rubio, quien asumió de forma interina el doble rol de secretario de Estado y jefe del Consejo de Seguridad Nacional, tras la nominación de Waltz como embajador ante Naciones Unidas.

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Conforme al canal israelí, las destituciones no obedecieron a un cambio ideológico, sino a una política de reestructuración promovida directamente por Trump para reducir la influencia del Consejo de Seguridad Nacional y concentrar el diseño de la política exterior en un núcleo cercano al presidente.

La investigadora estadounidense-israelí, Laura Loomer, confirmó la reubicación de Ortagus en otro cargo dentro del gobierno, aunque no permanecerá en el equipo de Witkoff.

Su salida ocurre justo cuando Ortagus aspiraba a ser nombrada como enviada especial para Siria, puesto finalmente asignado a Tom Barrack.

Witkoff anunciará esta semana al sucesor de Ortagus en el área de Líbano, apuntó la fuente.

"Tel Aviv" pierde interlocutores clave

La prensa israelí expresó preocupación por la pérdida de figuras clave en el entorno cercano a Trump, especialmente en temas considerados sensibles como Líbano, Siria e Irán.

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A juicio del Canal 14, esas salidas representan un retroceso en la capacidad de influencia israelí sobre las decisiones de la administración estadounidense, justo cuando discute el futuro de la Resistencia libanesa y la presión sobre Teherán.

Reordenamientos en política exterior

El gobierno de Trump impulsa una política exterior personalizada, basada en alianzas bilaterales y la selección cuidadosa de los actores en las negociaciones críticas.

Con la partida de Ortagus, la gestión del expediente Líbano podría adquirir un tono distinto, menos enfocado en presiones unilaterales y más sujeto al ritmo impuesto por Witkoff y Rubio.