Estados Unidos inicia retirada parcial de sus bases militares en Siria
Washington comenzó a reducir su presencia militar en Siria y planea cerrar todas sus bases salvo una, según el enviado especial Tom Barrack.
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EE. UU. mantuvo fuerzas en Siria durante más de una década con el pretexto de combatir a Daesh.
Estados Unidos inicia un proceso de reducción militar en Siria y cerrará de manera progresiva todas sus bases, salvo una, confirmó el enviado especial Tom Barrack en declaraciones al canal turco NTV.
Según el diplomático, la maniobra forma parte de la operación Resolución Inherente.
Washington operó inicialmente ocho bases militares en Siria, después cinco y con posterioridad tres, con la intención de dejar solo una activa, manifestó.
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Cambio de estrategia en medio de tensiones regionales
El anuncio ocurrió mientras Siria enfrenta importantes retos de seguridad y una situación interna sigue marcada por la fragmentación territorial, la crisis económica y la persistencia de focos extremistas.
Hace más de un mes, el Departamento de Defensa de EE. UU. comentó la reducción del contingente militar en la nación levantina a menos de mil soldados en los próximos meses, lo cual representa un viraje en su estrategia de presencia directa sobre el terreno.
Presencia de EE. UU. y control de recursos estratégicos
Las tropas estadounidenses fueron desplegadas en Siria desde hace más de una década bajo el argumento de combatir al grupo terrorista Daesh, aunque múltiples denuncias internacionales confirmaron el interés de Washington en controlar yacimientos petroleros ubicados en el noreste del país.
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Además, en todo este tiempo Estados Unidos brindó apoyo logístico y militar a las Fuerzas Democráticas Sirias, coalición liderada por milicias kurdas, cuya relación con el gobierno central de Damasco es tensa.
Esas efectivos operan en amplias zonas al este del Éufrates, donde están concentrados importantes recursos energéticos.
Conforme a expertos, la reducción de presencia militar estadounidense en Siria refleja un ajuste estratégico ante el agotamiento interno, la presión internacional y el cambio en las prioridades de seguridad de Washington.
No obstante, mantener una base activa y cooperar con actores locales son indicativos de que EE. UU. persiste en sostener su influencia en la región, sobre todo en áreas de interés energético y geopolítico clave.