El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, genera incertidumbre en base a dos posibles razones en relación con la escalada del conflicto entre "Israel" e Irán. 

La primera razón es que Trump "quiere mantener a todos en la incertidumbre", según el corresponsal de la cadena británica Sky News en Estados Unidos, Mark Stone.

"Es útil mantener a todos en la incertidumbre porque crea una sensación de peligro", añadió. Dijo que la incertidumbre también era "inevitable", pues el presidente "no sabe qué hacer".

Stone continuó: "Por eso le resulta útil poder decir: 'Sabes, podría hacer esto, podría hacer aquello'", y consideró esto como una señal de que estaba en un "verdadero dilema".

Trump dirigió su campaña electoral como un hombre que detendría las guerras, dijo el periodista, pero ahora "se encuentra al borde de ser obligado por "Israel" a unirse a una nueva".

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En el ámbito nacional, Trump se ve presionado en diferentes direcciones, con figuras muy influyentes del movimiento Make America Great Again (MAGA).

Algunas como Tucker Carlson y Marjorie Taylor Greene están en contra de una intervención, mientras que republicanos más tradicionales, como Ted Cruz, afirman que Estados Unidos debería aprovechar esta oportunidad, según Stone.

El corresponsal cree que el desacuerdo en Estados Unidos sobre si atacar o no a Irán "representa un desafío interno muy significativo para Donald Trump, y no solo amenaza con dividir a su base, sino que de hecho la está dividiendo".

Stone concluyó: "Es útil ser impreciso sobre lo que podría hacer, pero también porque él mismo no tiene ni idea, y no creo que la tenga, de qué hacer a continuación".

En este contexto, el periódico británico The Telegraph reveló también una marcada división entre el presidente Trump y sus aliados sobre la posibilidad de que Estados Unidos se involucre en una guerra con Irán.

Confirmó que este desacuerdo, a pesar de los intentos del republicano de minimizar las críticas, es la evidencia más clara hasta la fecha de una división que podría amenazar con desgarrar a su base MAGA (sus partidarios) por la participación en el creciente conflicto.

Indicó que la posibilidad de la intervención estadounidense en la guerra reabre viejas heridas entre los republicanos, que aún sufren las repercusiones de las guerras de Irak y Afganistán, y podría distanciar a los partidarios que lo llevaron al poder.