Tres bombarderos estadounidenses B-2, cada uno armado con dos bombas antibúnkeres, atacaron la base de Fordow en la madrugada del domingo, confirmaron dos altos funcionarios del Departamento de Defensa a la cadena CBS News.

Los funcionarios indicaron además que las instalaciones nucleares de Natanz e Isfahán fueron blanco de misiles Tomahawk lanzados desde submarinos.

De acuerdo a fuentes diplomáticas citadas por CBS News, Estados Unidos no informó con antelación a todos sus aliados regionales sobre el plan para atacar Irán.

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Algunos de ellos albergaban incluso tropas norteamericanas. Solo unos pocos fueron notificados mientras los cazas ya estaban en pleno vuelo.

Respecto a una posible represalia de Irán, un funcionario de inteligencia de Washignton declaró a la cadena: “Estamos en territorio desconocido. No sabemos cómo responderá Irán a esto, ya que es el mayor nivel de tensión y conflicto que hemos visto en nuestra historia reciente”.

En respuesta a la agresión de Estados Unidos, el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán afirmó en un comunicado que la industria nuclear pacífica no será destruida por ningún ataque.

"Irán, basado en su legítimo derecho a la defensa propia, utilizará opciones que van más allá de la comprensión y los cálculos del frente agresor imaginario, y deben esperar respuestas severas", dijo.