El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, notificó al primer ministro de "Israel", Benjamín Netanyahu, sobre sus intenciones de bombardear  instalaciones nucleares en Irán.

De acuerdo al diario británico Telegraph, el aviso tuvo lugar en el marco de una coordinación de seguridad previa a la ejecución del ataque.

En esa línea, el Canal 13 informó que la llamada telefónica del pasado jueves entre Trump y Netanyahu incluyó un aviso directo sobre la intención de atacar la instalación de Fordow.

Trump no mencionó, sin embargo, los otros sitios bombardeados posteriormente como Natanz e Isfahán, por razones que un funcionario gubernamental israelí calificó de "seguridad operativa".

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De acuerdo al informe, Netanyahu se apresuró a tomar una serie de medidas para controlar el flujo de información y evitar cualquier filtración interna que pudiera perturbar el desarrollo de la operación.

Esto incluyó medidas incluso dentro de su círculo político y de seguridad más cercano, así como la convocatoria a una reunión del gabinete que luego canceló de manera sorpresiva.

Netanyahu limitó el conocimiento de los  detalles del ataque a un número reducido de funcionarios, sin informar a los ministros ni a los principales líderes militares.

Los pormenores fueron restringidos hasta que los aviones estadounidenses abandonaron el espacio aéreo iraní, en un intento de imponer un estricto silencio mediático hasta el momento de ejecución.

Esta revelación se produjo en un contexto de crecientes críticas internacionales y regionales hacia la acción de Washington y "Tel Aviv", en medio de temores de un conflicto abierto en la región.