El pedido del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de cancelar el juicio por corrupción contra el primer ministro de la ocupación israelí, Benjamín Netanyahu, provocó una ola de reacciones divididas entre líderes políticos, mientras el proceso judicial sigue su curso en "Tel Aviv".

Para el líder de la oposición, Yair Lapid, aunque aprecia el respaldo de Trump, un mandatario no debe intervenir en un proceso legal dentro de un Estado soberano”.

Según declaró al diario Yediot Aharonot, el apoyo de Trump busca compensar a Netanyahu por tener que finalizar la guerra en Gaza.

Conforme al presidente del Comité de Constitución, Ley y Justicia del Parlamento, Simcha Rothman, el sistema judicial israelí tiene “múltiples deficiencias”, y el caso de Netanyahu es reflejo de ello.

Sin embargo, rechazó cualquier intervención de Washington.

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Posturas encontradas en el gobierno

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Desde el partido Likud, Zeev Elkin consideró comprensible la postura de Trump, y también justificó la suspensión temporal de la causa penal por la guerra, pero calificó de “absurda” la situación actual del primer ministro al comparecer plena crisis nacional.

Por su parte, el canciller Gideon Sa’ar y los ministros Aryeh Deri y Miki Zohar también apoyaron de manera pública la propuesta de anular el juicio.

La víspera, Trump solicitó anular el litigio de forma inmediata o la concesión de un indulto a Netanyahu.

“Estados Unidos salvó a Israel durante la guerra con Irán y ahora salvará a Netanyahu”, señaló.

También a "Israel" por perseguir a quien lideró su gobierno durante una gran guerra.

Corrupción, regalos y manipulación mediática

Netanyahu enfrenta desde 2020 acusaciones de corrupción, entre ellas la aceptación de regalos valorados en 300 mil dólares a cambio de favores fiscales y apoyo diplomático a empresarios millonarios.

El caso incluye además cargos por manipulación de la prensa, con un presunto pacto para obtener cobertura favorable en Yediot Aharonot a cambio de perjudicar a un medio rival.

De acuerdo con medios israelíes, el contrainterrogatorio a Netanyahu por parte de la fiscalía comenzó el 3 de junio en "Tel Aviv" y debe extenderse durante un año.

Aunque el presidente israelí, Isaac Herzog, tiene la facultad de conceder indultos, fuentes oficiales confirmaron la no existencia de solicitud formal, ni está en consideración esa opción en estos momentos.

La presión sobre Netanyahu crece en medio de una guerra prolongada en Gaza, una crisis humanitaria sin precedentes, divisiones internas en su coalición y amenazas judiciales persistentes.