La Agencia de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) adquirió un sofisticado software de espionaje de fabricación israelí llamado Graphite, desarrollado por la empresa Paragon Solutions. 

Esta herramienta de piratería, considerada una de las armas cibernéticas encubiertas más potentes, permite infiltrarse en teléfonos móviles y acceder a aplicaciones cifradas como  WhatsApp y Signal. 

Según información publicada por el periódico británico The Guardian, el contrato que otorga a ICE el uso de Graphite fue inicialmente gestionado por el Departamento de Seguridad Nacional en 2024, durante la administración de Joe Biden.

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El acuerdo fue suspendido temporalmente con el fin de evaluar su conformidad con una orden ejecutiva que limita el uso de software espía comercial por parte del gobierno.

Sin embargo, documentos recientes revelan que dicha suspensión fue levantada, y que la agencia ICE pasó a ser la beneficiaria directa del programa.

El funcionamiento de Graphite permite a los agentes tomar control total de dispositivos móviles, incluyendo la lectura de mensajes, acceso a archivos multimedia, rastreo de ubicación en tiempo real y activación del micrófono para la escucha encubierta. 

Dicha capacidad genera preocupación entre organizaciones civiles y de derechos humanos, que advierten sobre el potencial uso abusivo de esta tecnología por parte de una agencia señalada por violaciones al debido proceso legal.

Este desarrollo plantea interrogantes sobre los límites éticos del uso de herramientas cibernéticas en contextos migratorios y sobre la supervisión gubernamental en la adquisición de tecnologías de vigilancia extranjeras.