Violentos tiroteos estallaron el sábado por la noche entre fuerzas paquistaníes y combatientes talibanes afganos a lo largo de la frontera entre Pakistán y Afganistán, en una nueva escalada de tensiones que amenaza con desestabilizar la región.

Fuentes de seguridad de ambos países informaron que los enfrentamientos comenzaron después de que  fuerzas talibanas atacaran posiciones militares paquistaníes, en represalia por lo que describieron como “ataques aéreos” paquistaníes sobre Kabul la semana pasada.

Autoridades locales en la provincia afgana de Helmand señalaron que los talibanes tomaron el control de dos puestos fronterizos pertenecientes al ejército paquistaní.

Por su parte, fuentes de seguridad en Islamabad confirmaron choques armados en más de cinco puntos a lo largo de la línea fronteriza, precisando que las tropas paquistaníes “respondieron con fuego a los ataques talibanes”.

El movimiento talibán aseguró haber matado y capturado a varios soldados paquistaníes durante operaciones de represalia, además de tomar el control de varias posiciones militares e Islamabad, en cambio, informó que sus fuerzas repelieron los ataques y derribaron tres drones afganos que transportaban explosivos.

Ante el aumento de las tensiones, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Arabia Saudita pidió a ambas naciones “actuar con moderación y evitar una escalada fronteriza”, insistiendo en la necesidad de resolver las disputas por vía diplomática.

De igual modo, el canciller iraní Abbas Araghchi instó a Islamabad y Kabul a “mantener la calma y la moderación”, advirtiendo que una prolongación del conflicto “podría afectar negativamente la seguridad de toda la región”.