Los perros son compañeros indispensables de nuestras vidas, ¿por qué?
Los caninos tienen un centro de recompensa más fuerte cuando tienen en sus cercanías olores humanos, incluso sobre la comida u otros de su especie.
En 1789, el Rey Federico de Prusia dijo que el perro es el mejor amigo del hombre. Su frase era sincera, era clara, era contundente. Con el paso del tiempo la expresión se repitió, se amplió, se amalgamó hasta ser demostrada.
Tanto es así que diversos estudios respaldaron los beneficios de compartir con estas mascotas para mejorar la salud cardíaca, reducir la depresión e incluso prolongar la vida.
Científicos de cognición de la Universidad Emory evidenciaron la existencia en los caninos de un centro de recompensa más activo cuando tienen en sus cercanías olores humanos, incluso por encima de la comida u otros ejemplares de su misma especie.
Muchos de los resultados reforzaron algunos análisis sobre su estímulo al escuchar sonidos de personas y su capacidad para buscar protección y consuelo en los individuos.
Además, un artículo publicado en la revista Plos one reveló que su presencia en dueños jóvenes reduce el riesgo de la esquizofrenia y otras enfermedades mentales.
Los autores vincularon el microbioma transmitido a los humanos con el reforzamiento en el sistema inmunológico y la reducción de las patologías dañinas.
Escritos adicionales aseguraron que estos mamíferos favorecen la salud del corazón al promover la actividad física, una alimentación más equilibrada y regular los niveles de azúcar en sangre.
También los expertos constataron el impacto de este animal en la reducción del estrés tras disminuir los niveles de la hormona cortisol medidos en una investigación de Scientific Reports.
Los perros reflejaron la personalidad de sus dueños y esta información permitió tener un mejor conocimiento de los entrevistados.
Desde hace más de 15 mil años, los caninos devinieron los mejores amigos del hombre, aunque algunas evidencias fósiles sugirieron que la domesticación apareció mucho antes.
Como señaló el escritor científico James Gorman, es posible que su convivencia antecedió al surgimiento de la agricultura o de los hogares permanentes.