De retirar Estados Unidos los fondos a los programas de tratamiento y prevención del sida, aumentarán en 400 por ciento las muertes por esta enfermedad en los próximos cuatro años.

Según informó el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (Onusida), la suspensión del Plan de Emergencia para el alivio de la enfermedad, provocaría 6,3 millones de fallecimientos adicionales relacionadas con el sida entre 2025 y 2029.

Además, la medida generaría 3,4 millones de huérfanos a causa de este mal, 350 mil infecciones más por el VIH entre los niños y 8,7 millones entre los adultos, lo que haría imposible acabar con el padecimiento. 

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Tras asumir el cargo el 20 de enero, el presidente Donald Trump suspendió la ayuda exterior destinada a combatir la infección.

Días después el Departamento de Estado emitió una exención, pero Onusida expresó su preocupación sobre las consecuencias de una interrupción continuada. 

Expertos advirtieron que cualquier cesación repentina tendrá un impacto inmediato en el suministro de medicamentos que salvan vidas y en la prestación de servicios de prevención a millones de personas.

Hace un mes, este programa operaba en 55 países, sobre todo en África, y apoyaba a más de 20 millones de personas con tratamiento antirretrovírico vital, incluidos unos 560 mil niños (de cero a 14 años).