Cigarrillos electrónicos: ¿Solución o un nuevo problema?
Recientes investigaciones indicaron que el uso de cigarrillos electrónicos aumentó el riesgo de ataques cardíacos, coágulos sanguíneos y graves problemas pulmonares en dispositivos no regulados.
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Cigarrillos electrónicos: ¿Solución o un nuevo problema?
Desde la introducción del vapeo y los cigarrillos electrónicos en 2005, su popularidad creció drásticamente hasta triplicar sus consumidores en los últimos tres años.
Para quienes no estén familiarizados con el término, vapear simula el acto de fumar, pero sin los productos tradicionales.
El dispositivo contiene una batería, un elemento calefactor y un líquido con sustancias químicas disolventes, aromas y nicotina.
Varios estudios científicos citados por el portal británico The Lowdown demostraron que estos dispositivos pueden ser mejores para ayudar a las personas a perder el vicio del tabaco que los chicles o parches.
No obstante, registraron mayor dependencia, pues el 80 por ciento de quienes intentaron rehabilitarse por este método continuaron vapeando después de un año, en comparación con el nueve por ciento de quienes emplearon otras alternativas de reemplazo.
De acuerdo con los investigadores, el uso de cigarrillos electrónicos aumentó el riesgo de sufrir un ataque cardíaco, coágulos sanguíneos y los no regulados causaron graves problemas pulmonares.
Aunque aún existe mucho por aprender sobre sus efectos a corto y largo plazo, los expertos aconsejaron restringir su uso para jóvenes y mujeres embarazadas, pues contienen, además de nicotina; sustancias carcinógenas; metales pesados como níquel, estaño y plomo; y compuestos orgánicos volátiles.
Las baterías defectuosas provocaron incendios y explosiones en algunos casos durante la carga.
“Si bien el aerosol integra menos productos nocivos que la mezcla mortal de siete mil químicos en los pitillos tradicionales, esto no los hace seguros”, alertó el portal especializado Smoking and Tobacco Use, de Estados Unidos.
Los jóvenes que comienzan por este método corren el riesgo de pasar luego al consumo de tabaco, agregó el sitio.
Según la Organización Mundial de la Salud, fumar mata a más de ocho millones de personas cada año, y es considerada una de las mayores amenazas de salud pública a nivel internacional.