Científicos detectaron microplásticos en el cerebro humano
Los microplásticos ingresan al cuerpo a través del agua potable, los alimentos y el aire. Entre 2016 y 2024, su concentración en el cerebro aumentó en un 50 por ciento.
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Científicos detectaron microplásticos en el cerebro humano
Los microplásticos no invadieron solo el aire, el océano y los alimentos, también entraron al cerebro humano, advirtió un estudio publicado por la revista Nature Medicine en febrero.
Su concentración en el órgano regente fue muy superior a la del hígado y los riñones, y aumentó en un 50 por ciento entre 2016 y 2024.
Las personas con demencia presentaron mayor acumulación que las sanas, señaló el texto.
Aunque la investigación no estableció una relación causal directa, estos fragmentos en grandes cantidades podrían desencadenar inflamación crónica y daño neuronal, por la obstrucción del flujo sanguíneo en los capilares encefálicos.
Las partículas halladas tenían formas inusuales, similares a fragmentos afilados de aproximadamente 200 nanómetros, tamaño lo suficientemente pequeño como para atravesar la barrera hematoencefálica.
Doce tipos de polímeros fueron descubiertos, con el polietileno como el más abundante, un tipo de plástico muy empleado en envases y bolsas.
Los especialistas también identificaron fragmentos de polipropileno, policloruro de vinilo y caucho de estireno-butadieno, todos comunes en productos de uso diario.
El estudio sugirió que el consumo de carne podría ser una de las principales vías de exposición, pues el empleo de plásticos en la agricultura y la ganadería propicia su presencia en la cadena alimentaria.
“Si la producción de plástico se detuviera hoy, el problema persistiría por décadas, pues los polímeros ya diseminados en el ambiente continuarían su descomposición”, aseguró el trabajo.
A pesar de la solidez de los hallazgos, los analistas reconocieron que los métodos actuales tal vez subestimaron la cantidad real de microplásticos en el cerebro, pues algunas partículas podrían ser demasiado pequeñas para detectarse con las técnicas disponibles.
El mero descubrimiento, sin embargo, marcó un punto de inflexión en la toma de conciencia de los peligros de la contaminación, no solo para el planeta, sino también para la salud humana.
Los microplásticos son fragmentos menores de cinco milímetros, generados a partir de la degradación de productos como envases, textiles y utensilios.
Su ingreso al cuerpo ocurre a través del agua potable, los alimentos y el oxígeno, principalmente.