Diseñan modelo físico para potenciar la computación cuántica
Los cromóforos, parte de las moléculas que absorben y reflejan la luz, son un misterio para los físicos.
Los cromóforos, parte de las moléculas portadoras de luz, son un misterio para los físicos; descubrir su funcionamiento sería un gran avance para identificar de manera más fácil las células con cáncer, o avanzar en la seguridad informática de más alto nivel.
En este contexto, es importante señalar que ese compuesto es el responsable de maravillarnos por el arcoíris o por la existencia de prendas de ropa favoritas que “combinan”.
Precisamente, en sus propiedades hay una poderosa herramienta para analizar cómo es que los fotones inciden en sus cambios de energía, tema que fascina a expertos desde hace varios años en el mundo de la cuántica.
Quizás por eso, la investigadora Gina Tatiana Rodríguez Martínez, magíster en Física de la Universidad Nacional de Colombia, con la ayuda y guía del profesor Herbert Vinck Posada, del Departamento de Física, utilizó todo su conocimiento para probar un conjunto de mecanismos de bombeo de ese compuesto.
Su proceso es similar a imaginar que hay dos espejos frente a frente y en la mitad hay una cavidad o un hoyo en donde están los elementos –en este caso son dos y componen la molécula–, y poco a poco, existe un dispositivo externo.
Al decir de la investigadora, tras el experimento, las vibraciones modificaron la densidad relativa y provocaron desplazamientos, supresión o aumento de la intensidad de algunos picos de emisión.
Las aplicaciones del hallazgo y de haberlo puesto a prueba en un modelo real son inimaginables a futuro, porque, dependiendo de cómo se “juegue” con las moléculas, mejoran los láseres y sensores.