Escalada de Estados Unidos en el Golfo ¿A dónde?
La captura del petrolero británico en el Estrecho de Ormuz reveló que la aventura de Gran Bretaña es un torbellino que no enciende la guerra y no empuja a los países europeos a aumentar su escalada, como esperan los halcones.

La respuesta de Irán a la incautación del petrolero en el Estrecho de Gibraltar aparentemente no apuntaba solo a evitar que Gran Bretaña impidiera la libre navegación iraní, sino también a frustrar la apuesta de John Bolton a que Gran Bretaña se intensifique contra Irán más allá del borde del abismo.
El presidente de Estados Unidos, que se detuvo en Irán en la barrera de sanciones más severas, deshabilitó la apuesta de Bolton, el equipo de Netanyahu, Pompeo, Bin Salman y Bin Zayed de ir a la guerra para estar detrás de él. En este contexto, la captura del petrolero británico en el Estrecho de Ormuz reveló que la aventura de Gran Bretaña es un torbellino que no enciende la guerra y no empuja a los países europeos a aumentar su escalada, como esperan los halcones.
Trump, quien lo estableció Irán frente a la guerra total en el Golfo y en la región si recurre a la escalada militar, pone a Estados Unidos detrás de aquellos que apuestan por la aventura de la guerra. Trump lo llama la "Alianza Internacional para la Protección de las rutas marítimas estratégicas", pero su llamado en realidad es un reconocimiento a que Estados Unidos carece de la capacidad de tomar la iniciativa en las aguas del Golfo y que solo tiene a Gran Bretaña, que a su vez no puede proteger a sus barcos.
Los países europeos, que han declarado su compromiso con el acuerdo nuclear a pesar de la parálisis que tienen para rescatar el acuerdo, expresan su preocupación por "usar la carta diplomática", tal y como dijo Heiko Mass, ministro de Asuntos Exteriores de Alemania, en París, después de reunirse con su homólogo francés.
En esta dirección, los países europeos cuentan con el movimiento político para reducir la tensión entre Irán y Estados Unidos, y expresan su disposición a participar en la iniciativa de Bagdad "para la cumbre regional", según dice la jefa de la diplomacia de la UE, Federica Mogherini. Además de los países europeos que se diferencian de los halcones de la administración estadounidense, Kuwait, Qatar y Omán se distinguen de Trump, Bin Salman y Bin Zayed en llamar a una reducción en la escalada y la acción para prevenir una guerra que amenaza la destrucción del Golfo y la región.
En el marco de la iniciativa iraquí y la preocupación de algunos países del Golfo, quizás el Primer Ministro iraquí y Yusuf bin Alawi se moverán en Teherán.
Lo que Estados Unidos no puede establecer de una alianza internacional para proteger las rutas marítimas, está en manos de Irán en su búsqueda por establecer una "alianza marítima" según el comandante de la Fuerza Naval, Husein Kanzadi. Quizás en esta dirección viene el apoyo de Teherán a la "cumbre regional" en las conversaciones con el primer ministro iraquí, Adel Abdul Hadi.
Pero lo que confirma Teherán va más allá de los esfuerzos de la alianza marítima para demostrar su control sobre los estrechos y rutas marítimas, según expresó el vicepresidente iraní Ishaq Jahangiri y el presidente Hassan Rouhani, quien dijo: "Irán ha sido históricamente el guardián de la seguridad y la libertad de navegación y lo seguirá siendo".
Esta realidad se impone a Trump, quien se ve menos optimista sobre la imposición de negociaciones sobre Irán bajo el peso de las sanciones crueles, como él lo expresó. Durante su reunión con el primer ministro pakistaní, Omar Khan, ignora mencionar el petrolero británico y habla sobre la coalición internacional y la escalada en el Golfo e Irán.
Tal vez su elogio de la elección de Boris Johnson y decir que será un "gran primer ministro", representa una compensación del control de Irán sobre las rutas marítimas y la movilidad diplomática. Boris Johnson, es más estricto que Theresa May y el Secretario de Relaciones Exteriores Jeremy Hunt, y expresa su rigor en el proyecto "Brexit” que ofende a Europa y necesariamente no tiene éxito en asegurar la salida de Gran Bretaña sin un acuerdo tal y como él apostó.
Pero Boris Johnson parece ser una carga para Trump en las aguas del Golfo y en la política internacional, como Bolton y los halcones de la administración de los EE. UU, y el equipo de las (B), y también podría ser una carga para Trump y los halcones en Gran Bretaña, donde es difícil para él salvarlos del callejón sin salida y viceversa.