Gustavo Borges Revilla
Entrevista exclusiva con el comunicador venezolano Gustavo Borges, director del sitio Web Misión Verdad.
Ha realizado conferencias, talleres y conversatorios de política, estrategia, comunicación y diseño en España (2016), Francia (2016), Alemania (2016), Bélgica (2016), Argentina (2003/04/06/07/08/10), Cuba (2004/16) República Dominicana (2006). Fundador y director de imagen de proyectos de comunicación como Misión Verdad y otros. También ha prestado asesoría en materia comunicacional a instituciones como Ministerio de Información y Comunicación, Ministerio de Cultura y Ministerio de Ambiente. Del 2008 al 2011 trabajó como director de arte en campañas para el Consejo Nacional Electoral.
Quienes vivimos
en este país y nos vamos a caminar por las calles de cualquier ciudad o pueblo
de Venezuela nos damos cuenta que en los últimos 3 años, los ciudadanos hemos
tenido dificultades para acceder a bienes y servicios básicos, pero también
vemos que lo que se dice, en algunos medios nacionales y en casi todos los
internacionales, sobre la situación
económica y política que supuestamente afecta a casi 30 millones de personas
que habitan aquí, no siempre se corresponde con la realidad. Al punto que esto
se ha convertido un caso de investigación judicial y académica.
El abogado e
investigador, venezolano-español, Fernando Casado desarrolló una investigación analizando
lo que decían sobre Venezuela, 11 medios
de comunicación del mundo. Entre sus
conclusiones asegura que constató la manipulación de las informaciones sobre este
país y además que esas informaciones son usadas como arma de guerra contra la
Revolución Bolivariana.
Este
investigador deja claro que existe una confrontación ideológica entre los
medios de comunicación y el Socialismo del Siglo XXI, por qué el modelo de esta
ideología beneficia a las mayorías y afecta los métodos de las empresas
comunicacionales para obtener beneficios políticos y económicos, lo que se
traduce en cuotas de poder.
Este artículo, que incluye una entrevista, se lo presentamos cómo parte de una serie de trabajos con los que buscamos respuestas a la interminable cantidad de preguntas que pueden surgir sobre lo que pasa en Venezuela: quién está detrás de la generación de estas informaciones; cuánto es verdad y cuanto es mentira; cuál es la intención de hablar de manera tan negativa sobre este país; quien o quienes se benefician de esta situación; por qué la verdad no se impone sobre la mentira. Algunas de esas respuestas nos las entrega de manera clara, concisa, didáctica y esclarecedora, el periodista venezolano Gustavo Borges, uno de los coordinadores del sitio Web Misión Verdad, que se ha dedicado a desmontar las mentiras mediáticas que se publican contra Venezuela. Esta es una entrevista que hicimos en exclusiva para Al Mayadeen.
Desde 1998, Venezuela decide soberanamente sobre sus recursos, sobre su territorio y sobre su futuro como ejemplo civilizatorio. También por ser centro y base de los cambios que desde Hugo Chávez se construyeron en la región y en el mundo. Los poderes corporativos, en sus planes de reacomodo, y como consecuencia de la debilidad que muestran frente a poderes emergentes como Rusia y China, necesitan en Venezuela un gobierno sumiso a sus intereses que continúe el plan trazado antes de la era Chávez: el desmantelamiento del Estado, la privatización de las empresas y recursos estratégicos y la sumisión de toda la población. De eso se trata el asedio contra Venezuela y contra la revolución que aquí sucede.
Pero la consecuencia artificial, instalada en la opinión pública mundial ya está hecha, más allá de la veracidad de la información: Venezuela es un narco-estado según estos poderes. Hay una realidad fabricada, inventada. Hoy los poderes mediáticos y las corporaciones de propaganda deciden qué pasa y qué no.
Es necesario explicar esto para poder entender la intensidad de los ataques contra Venezuela.
Con la llegada de Hugo Chávez al poder ocurrió un cambio drástico en las formas y fondos de gestionar la industria del petróleo y las riquezas del país. El golpe de Estado de 2002 lo explica muy bien, fue una respuesta de los sectores de poder, históricos en Venezuela, teledirigidos por los dueños reales del poder mundial.
El contexto en el que se dan los ataques tiene relación directa con la pérdida de influencia de los gerentes locales. Gremios como Fedecámaras y Consecomercio son los que desde hace 17 años para acá han diseñado el quiebre de la economía venezolana como arma política contra el chavismo y su base de apoyo. Lo mismo pasa con la Conferencia Episcopal Venezolana. Son grupos de poder que han perdido margen de maniobra y control sobre la riqueza del país y de ahí su vinculación con todos los planes de quiebre del proceso político chavista.
Volviendo a Venezuela, en 2014 se trató de vender al mundo la imagen de un país en caos, producto de protestas muy bien organizadas por operadores locales en puntos específicos y estratégicos del país por sectores de la clase media venezolana, en donde las acciones de confrontación en la calle la dirigían grupos de choque entrenados en Estados Unidos y países aliados.
Repito, estos son sólo ejemplos de cientos de operaciones psicológicas, mediáticas y de intoxicación, de las cuales países no alineados a los poderes imperiales somos víctimas. De ahí que la comunicación sea eje fundamental de los países que intentamos procesos y decisiones propias.
En Venezuela hay un intento de lo mismo desde la Asamblea Nacional que ahora mismo está en manos del antichavismo. Sólo que acá ha habido un contundente ejercicio de la autoridad política desde el Ejecutivo y desde el Tribunal Supremo de Justicia, aún en contra del relato instalado que se difunde en el mundo: “la independencia de los poderes”. Nos acusan de controlar los poderes los que siempre controlaron los poderes. Hay un gran chantaje del que poco se habla cuyo núcleo fundamental está precisamente en la narrativa mediática. Quien ha roto todos los pactos de coexistencia y gobernabilidad son precisamente los que nos acusan de violar las leyes.
Al chavismo no lo han dejado gobernar ni un solo día sin que esté condicionado por el saboteo, los intentos de golpe, los asesinatos selectivos de sus líderes, la instalación de la violencia política, etc. En ese preciso momento estamos ahora, con una compleja situación económica que es multifactorial, pero pulseando los tiempos políticos e imponiendo la agenda. Al buen estilo Hugo Chávez.
Luego hay una reflexión obligada que debemos hacer con toda la responsabilidad política de este tiempo. En la región, sobre todo desde la dolorosa partida del Comandante Chávez, también ha privado la ingenuidad política en ciertos liderazgos. Se ha apelado al ejercicio de la política tradicional en un momento donde el enemigo está imponiendo tiempo de excepción, donde con todo el poder acumulado ha instalado un estado de sitio de facto. Hay como una especie de no comprensión de la pugna intercapitalista mundial, donde la verdad es que nosotros como bloque regional hemos dejado de ocupar el papel que jugábamos unos años atrás precisamente por el abandono de las instancias de poder en bloque: Unasur, Celac, Alba, etc. En mi opinión hay una severa crisis de ideas, de nuevos conceptos políticos de nosotros como protagonistas durante tantos años. No es posible construir políticamente desde conceptos obsoletos y viejos de la izquierda tradicional. Con el capitalismo no se puede competir, en esta contradicción estamos.
Somos socios comerciales de dos naciones súper poderosas como Rusia y China, y no sólo en términos comerciales sino también militares, de seguridad, culturales, etc. Pasa por lo mismo, entonces, que los poderes occidentales a través de sus medios de propaganda intenten aislarnos no significa que lo estemos, al contrario, mientras más duro lo digan, más coordinados y conectados al mundo estamos. Intentando construir nuestro propio proceso, nuestra propia política profundamente venezolana aun en medio de la guerra que nos han impuesto los dueños del mundo.
Los retos que ahora mismo enfrenta el chavismo pasan todos por la comunicación. Es lo que repetía más arriba: probablemente estemos dándole respuestas tradicionales, viejas, obsoletas a problemas inéditos. El chavismo desde su nacimiento fue un fenómeno colectivo, una fuerza política indescifrable, nueva, invisible. Las respuestas a estos retos están ahí, en las catacumbas, como las llamaba el Comandante. No es posible construir una comunicación chavista desde la concepción académica o profesionalizada, precisamente porque es la que usa el enemigo. Y en una guerra prevalece el arte del engaño, de la invisibilidad, de la estrategia propia y de la táctica audaz. Lo que podría señalarse como errores, si lo vemos bien, en profundidad tiene esa raíz: el flojo análisis sociológico y tradicional de un proceso inédito que rompió todos los esquemas. El chavismo todavía no ha sido estudiado en sus claves fundacionales, de ahí que no haya aún una teoría chavista de la política.
La contradicción y el reto más complejo que tenemos ahora mismo es que los estudiosos y académicos colonizados por el pensamiento occidental no están en capacidad de hacer teoría a partir de un proceso profundamente de clase, hecho y construido por gente pobre, no desde la clase media o desde la clase dominante.
Del chavismo está todo por comunicarse, por decirse, por teorizarse y practicarse, pero sólo sucederá en la medida en que lo haga el mismo chavismo, es decir, los protagonistas de esta historia.
- La canciller de Venezuela, Delcy Rodríguez destacó que más del 70 % de las informaciones que se difunden sobre Venezuela en el mundo son negativas.
- Un político de
oposición llamado Richard Blanco, dijo que en manos de la población venezolana
hay más de 12 millones de armas. Es decir, que cuatro personas de cada diez,
sin importar edad ni género, portan mínimo algún tipo de armamento. En Misión
Verdad dicen que “el exabrupto de este político, da para pensar que hasta un
recién nacido tiene en su cuna un 38”.
- Si las
actitudes violentas de la oposición que se han registrado en lagunas calles de
Venezuela, hubiesen ocurrido en España o en EEUU, muchos de los violentos y los
políticos que generaron las movilizaciones tendrían multas impagables (por
alguien que gane salario en la administración pública) o presos casi por el
resto de sus vidas.
- Otro opositor
llamado Antonio Ecarri, dijo que 23 millones de venezolanos estaban en pobreza
extrema y que 30 millones de venezolanos, están "en riesgo de malnutrición o potencialmente
malnutridos". En Misión Verdad, se dice que esa cifra convertiría a
Venezuela “en una nación más vorazmente hambrienta y catastróficamente
subalimentada que cualquiera de la África subsahariana o la Asia oriental,
según los últimos datos de la FAO”.
- En 14 años el Partido
Socialista Unido de Venezuela, fundado por Hugo Chávez, ha ganado 18 de 19
elecciones. Pese a eso medios en el mundo siguen diciendo que en este país hay
una dictadura.
- El Presidente Nicolás
Maduro Moros, anunció que emprenderá acciones jurídicas contra la campaña
promovida por las corporaciones mediáticas de España.
- La oposición
denunció que en las elecciones de 2013, hubo más de 3.000 irregularidades, una
de ellas fue la quema de urnas y votos por autoridades del CNE y del gobierno.
La noticia fue ampliamente destacada por medios españoles, uno de ellos el
diario “Nuevo País”. Más tarde se demostró que las imágenes no eran de 2013
sino de 2007 y 2010. Por ley las urnas y los votos deben quemarse finalizado el
proceso electoral.
- Se denuncia que en Venezuela no hay democracia.
En este país se realizan elecciones periódicamente. Las más recientes fueron
legislativas. La oposición barrió adjudicándose 109 curules por 54 del partido
gobernante.