Ansar Allah, ¿una batalla con los Emiratos Árabes Unidos?
El señalamiento del líder de Ansar Allah, Abdul Malik al Houthi, de que el bombardeo al campo de al Shaybah es una lección común tanto para Arabia Saudita como para los Emiratos, podría contener implícito un ultimátum a Abu Dhabi para que no se sienta confiada con el control sobre Adén y no se oculte detrás de Bin Salman en el Golfo. Tal vez esté anunciando que el Ejército y los Comités tiene en sus manos el poder de decidir los asuntos de la guerra y la paz en Yemen.

El motivo del discurso del líder de Ansar Allah, Abdul Malik al Houthi, en el que habló del diseño de la estrategia yemenita contra la alianza saudita-emiratí, ha sido el bombardeo del campo al Shaybah en la frontera con los Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Qatar. Un ataque con aviones no tripulados (drones) que cubrieron una distancia de mil 100 km sin ser interceptados.
Ello profundiza los temores de Estados Unidos y sus aliados sobre una amenaza contra las instalaciones de energía en el Golfo, tal como lo señaló el periódico The Wall Street Journal.
El hecho de haberse producido el bombardeo yemenita con una efectiva potencia de fuego contra el campo de al Shaybah abre el camino para alcanzar otras instalaciones, específicamente el campo Ghawar en al Ahsa donde se origina la mitad de la producción total de Arabia Saudita con un promedio de aproximadamente cinco millones de barriles diarios.
Pero lejos de la afirmación de al Houthi de establecer ecuaciones de disuasión contra la agresión saudita, el líder de Ansar Allah delinea una estrategia para el posicionamiento de Yemen en la región del lado del eje de resistencia y en contra de Estados Unidos y sus aliados.
Lo anterior le permitiría tener el poder de decisión en asuntos de guerra y paz frente a la agresión saudita y emiratí contra Yemen; sobre este particular tal vez se refiera en el marco de esta estrategia a los Emiratos Árabes Unidos y en especial Abu Dhabi.
Los EAU, que tratan de aliviar el peso de la alianza con Mohammad Bin Salman en las batallas contra el ejército y los Comités en al Hudaidah y en el norte, buscan dar la impresión de su retirada de la agresión para “reposicionarse” conformándose con la ocupación de Adén y las provincias del sur a través del “Consejo de Transición”.
De esa forma aliviar las tensiones con Irán, hecho que se observó en la reunión de la Guardia Costera en Teherán. Una de inclinarse ante la tormenta sin alterar el compromiso de la apuesta estadounidense en cuanto a la guerra contra la nación persa.
En su anuncio sobre el posicionamiento de Yemen en el eje de resistencia, Al Houthi se refiere a la confrontación con el campo de la guerra y el equipo de Baat en la zona en caso de librarse una guerra en el Golfo y la región, incluido el enfrentamiento con el emirato de Abu Dhabi cuya frontera dista del campo de al Shaybah diez kilómetros; esto fue lo que expresó Anwar Gargash, quien observó en el bombardeo un “desprecio por los esfuerzos políticos”.
La advertencia directa que dirige al Houthi a los Emiratos es el resultado de la ocupación de Adén a través del Consejo de Transición y la consolidación de sus propias ambiciones en Yemen en lo que se conoce como la guerra de los puertos, que se extiende desde el Cuerno de África hasta Adén y Shabwa, hasta llegar a Jebel Ali.
Él coloca en un solo nivel al Consejo de Transición emiratí, el Partido de la Congregación Yemení por la Reforma, los grupos de al Qaeda y al presidente Abd Rabbo Mansour Hadi, a quienes coloca en el campo saudita y los llama a “abrazar la patria” separándose de Arabia Saudita y los EAU, refiriéndose con eso a librar las batallas contra todos estos componentes para enfrentar la agresión y las ambiciones sauditas y emiratíes.
Al Houthi distingue entre el Consejo de Transición como un brazo de los Emiratos Árabes Unidos en la agresión y ocupación y el Movimiento Sureño con el que Ansar Allah no estuvo de acuerdo en relación al separatismo; sin perder la esperanza de alcanzar por medio del diálogo una fórmula política que conserve al mismo tiempo la unidad de Yemen, satisfaga las inquietudes de los sureños producto de la gestión de gobierno del presidente Ali Abdullah Saleh y las guerras entre el norte y el sur.
Tampoco corta con la Reforma y los grupos del Congreso Popular, ni corta con el Movimiento Sureño, pero Al Houthi delinea la estrategia para llegar a un acuerdo sobre un régimen y un gobierno en Yemen a través del diálogo, siempre que se retracten de unirse a los países de la agresión saudita y emiratí.
A medida que el control de los Emiratos Árabes Unidos sobre Adén revela una crisis y tropiezos de todas las partes que componen el campo del agresor, en lo que se podría llamar “la erosión de la legitimidad” y su fragmentación, el líder de Ansar Allah revela la estrategia que permite disuadir la agresión saudita- emiratí, aferrándose a la unidad e independencia de Yemen.
También extiende una mano para ayudar a aquellos a quienes describió como “insensatos”, para que abandonen las ilusiones de apostar a la agresión saudita-emiratí con el pretexto de apoyar la legitimidad.