Dictados estadounidenses
La ira estadounidense provocada por el proyecto de resolución en las Naciones Unidas contra la liquidación de la causa palestina condujo a relevar al delegado de Túnez y acusarlo de mal desempeño y falta de coordinación. Sin embargo, ello demuestra el gran abismo entre el fenómeno fonético del grupo árabe por un lado y el trato de igualdad llevado a cabo por el eje de resistencia, por otro.
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Naciones Unidas debate proyecto de resolución contra la liquidación de la causa palestina.
El proyecto de resolución que condena el plan de Trump, presentado por el representante de Túnez, en nombre del Grupo Árabe, y el representante de Indonesia, en nombre de los países No Alineados, se basa en la decisión de la Liga Árabe y el anuncio del presidente Qais Said sobre la gran injusticia, en las declaraciones de la Organización de Cooperación Islámica y la Organización de la Unidad Africana, y también en el llamado de Indonesia a la independencia de Palestina en la Cumbre de Países No Alineados de Bakú el año pasado y, además en las posiciones de los países europeos.
Pero lo que Estados Unidos permite en discursos y declaraciones se convierte en prohibido rápidamente, una vez que se levanta la voz contra ellos. Donde, el veterano embajador de Túnez, descrito por su habilidad en las negociaciones y su firmeza, Moncef Baati, fue destituido y acusado de mal desempeño, antes de la sesión de Jared Kushner para presentar su plan frente a los miembros del Consejo de Seguridad.
En ese contexto, los periódicos Le Monde y Lovegaro hicieron revelaciones sobre los contactos de Kushner y las presiones de Trump, que incluyeron la presidencia tunecina y gobiernos árabes.
Mientras tanto, las presiones británicas y estadounidenses, aparentemente no tienen como objetivo solo evitar una votación de condena contra el proyecto de resolución, sino también presionar a los palestinos para aprobar el plan, con el pretexto de que es adecuado para el debate y, que según Kushner, se puede modificar o mejorar en la mesa de negociaciones entre las partes en conflicto.
De igual forma, fue derrocado el informe de Richard Goldstone, que criminaliza a (Israel) en su agresión contra Gaza en el año 2000, donde entonces Estados Unidos impuso sus dictados al grupo árabe y a las Naciones Unidas.
Conclusión: Rechazar los agravios necesita más allá que expresar intenciones y lanzar declaraciones; es tratar con igualdad al enemigo defendiendo los derechos, y traducir las palabras en acciones…, así como ocurrió en la base estadounidense Ain Al-Assad en Iraq.