El declive de Arabia Saudita
Las apuestas de Muhammad Bin Salman en Yemen se convierten en sueños que amenazan a Arabia Saudita con el colapso en el contexto de los cambios globales esperados, sin embargo el país del golfo puede salvarse al tratar con una cierta racionalidad hacia Yemen.
Las apuestas de Muhammad Bin Salman en Yemen se convierten en pesadillas que amenazan a Arabia Saudita con un próximo colapso en el contexto de los cambios globales pronosticados, sin embargo, el reino puede salvarse al tratar el tema de Yemen con una cierta racionalidad que impida su caída en el abismo.
El sexto año de guerra contra Yemen comenzó con una operación cualitativa en la profundidad de Arabia Saudita, hecho que representa un cambio en el equilibrio de fuerzas en el campo de batalla, donde se percibe un avance gradual por parte de los yemenitas, mientras que Arabia Saudita se mantiene estancada en el primer día de la agresión y su plan de tierra arrasada adoptado desde el inicio.
El ave Fénix que se sacude y resurge de sus cenizas deja al desnudo la tontería de apostar por un gobierno en el exilio para darle cobertura a la agresión y ocupación de Yemen, dividirlo y compartirlo a pedazos con los Emiratos Árabes Unidos y algunos grupos de mente estrecha, pero al mismo tiempo revela las ilusiones sauditas de controlar Yemen para lograr una supremacía que le permita formar parte de un triángulo de fuerzas junto a Trump e (Israel) en el marco de la llamada “Visión 20-30” y el llamado Acuerdo del Siglo.
Las aventuras de Bin Salman desestabilizan los equilibrios establecidos en Arabia Saudita incluso dentro de la familia real y disipan las motivos que podría hacerle lograr un cierto peso regional en base al petróleo ya sea en la continuación de la guerra en Yemen o bien en la guerra de los precios del petróleo y anteriormente la entrega de las acciones de Aramco a la Bolsa de Nueva York a solicitud de Trump, sin dejar de mencionar que el Tesoro de Estados Unidos también puso su mano sobre la reserva saudita (que está controlada por la ley "JASTA" ( Justice Against Sponsors of Terrorism Act) enmendada específicamente para Arabia Saudita, y quizás es lo que obligó a la monarquía del Golfo a pedir préstamo por no poder usar la reserva financiera que tiene en Nueva York.
Los riesgos que amenazan a Arabia Saudita en el contexto de los cambios globales pronosticados por expertos tanto moderados como conservadores, representan una espada levantada en la cara de Arabia Saudita con el pretexto de revitalizar los mercados, según Mike Pompeo, y los acuerdos de Estados Unidos y Europa en la cumbre del G20 para inyectar trillones de dólares y en estas arenas movedizas, quizás llevaría a Arabia Saudita a ahogarse y caer en el abismo debidos a sus propias políticas.
Las tormentas y vientos que amenazan al barco de la monarquía podrían permitirle saltar y agarrar la tabla de salvación yemenita, poniendo fin a la guerra descabellada que inició hace más de 5 años. No obstante retractarse y evitar la caída en el abismo requiere cierta racionalidad al tratar la enfermedad de la negación de la cual padece Arabia Saudita.