El ministro de Defensa del gobierno de Saná , Mohammed Nasser al-Atifi, recorrió el eje Najran al norte de Yemen, cruzando la frontera hacia Arabia Saudita, donde los combatientes del ejército y los comités populares tomaron  el control de una gran cantidad de posiciones de los adversarios.

Al-Atifi destacó que pronto se logrará la victoria y no tardará más de unos pocos meses.

Los reportes indican que el ejército y los comités populares frustraron un intento de avance  de  las fuerzas de la coalición frente a  las puertas fronterizas de al-Hadid  entre Asir y Saada.

Una fuente militar yemenita informó que varios elementos de las fuerzas de la coalición causaron baja o fueron heridos y no lograron ningún avance.

Por otro lado, cazas  de la coalición lanzaron  una serie de ataques aéreos en sitios controlados por  el ejército y los comités populares en el área fronterizo de  de Mayaza en  Asir.

Entretanto, las coalición bombardeó decenas de cohetes y proyectiles de artillería en el área montañosa al sur de la provincia de Hodeidah, mientras que las fuerzas yemenitas tomaron el control de varias posiciones de la alianza agresora en el área de Al-Shorfa en Najran.

El corresponsal de Al Mayadeen reportó que seis yemenitas murieron, otros tres resultaron heridos y cuatro fueron secuestrados en el llamado Cinturón de Seguridad. La operación fue respaldada por los Emiratos Árabes Unidos en la mezquita de la aldea de Mathaad, en el distrito de al-Azareq, en la parte meridional del país.

Mohamed Abdel Salam, jefe negociador de la delegación de Saná, describió en un tweet como "una odiosa traición" lo que sucedió con los fieles durante las oraciones del viernes, señalando que tal hecho arroja luz sobre las guerras más sucias libradas por los estados que representan el foco  del crimen internacional organizado.

Al-Atifi confirmó que alrededor de 70 soldados sauditas, incluidos líderes y oficiales, fueron abatidos en el transcurso de los enfrentamientos de las últimas semanas.