La existencia de más de ocho grupos paramilitares y de narcotráfico en el departamento colombiano de Norte de Santander, provoca una grave crisis humanitaria en esa región limítrofe con Venezuela y los residentes denuncian que el Gobierno de Iván Duque no ha atendido debidamente esta situación.

Paradójicamente, el presidente Duque anda ocupado en tirar piedras al vecino cuando su tejado es de vidrio, pues aliado de Estados Unidos en su campaña agresiva contra Venezuela, es uno de los principales promotores de "ayudar" a su vecino que vive una "crisis humanitaria".

Por cierto, personalidades, organismos internacionales y periodistas que han visitado Venezuela en los últimos días han desmontado la matriz de opinión sobre la existencia de una crisis humanitaria en el país.

Norte de Santander es uno de los 32 departamentos que, junto con el Distrito Capital de Bogotá, forman la República de Colombia. Su capital es Cúcuta, justo desde donde el 23 de febrero fracasó la entrada de la cacareada "ayuda humanitaria" del opositor Juan Guaidó, apoyado por Estados Unidos y aliados como Colombia, Chile y Paraguay.