También conocida como Shab-e Yaldá (nacimiento), la noche de ‘Yalda’ o el solsticio de invierno es una fiesta tradicional iraní que se celebra desde la Antigüedad, reuniéndose en las casas de los mayores de la familia, durante la noche más larga del año en el Hemisferio Norte.

Transcurre desde la puesta del Sol del 30 del mes persa de azar, último día del otoño, a su salida el día 1, primer día de invierno.

En esta noche se sirven frutas, particularmente granadas y sandías, nueces y todo tipo de frutos secos, ya que los frutos significan la esperanza de tener una primavera y un verano fructíferos.

En esta antiquísima y arraigada tradición persa, las familias permanecen despiertas hasta el amanecer para que la ausencia del sol, la oscuridad y la frialdad de esta noche no se lleven la esperanza.

El pueblo iraní está determinado a continuar celebrando "Yalda", que es visto como una oportunidad para congregarse con los miembros de la familia y amigos para charlar, comer y leer poemas de Hafez Chirazi y El Shāhnāmeh Ferdousi, grandes escritores de la literatura persa.

La palabra Yaldá es de origen siriaco y significa «nacimiento, natividad», en alusión a un alegórico nacimiento del Sol.

"La verdad no vendrá mañana, hasta que la noche Yalda se ha ido".

Aunque en la actualidad "Yalda" no es una fiesta oficial en Irán, las familias tradicionales siguen celebrando reuniones durante dicha noche, y los medios de difusión masivos ofrecen programas especiales sobre la tradición.

Las celebraciones se incrementaron después de la Revolución Islámica en 1979, ya que se agregó la recitación del Sagrado Corán y las melodías divinas, así como se lee la biografía del Profeta Mahoma y su alabada familia, y también de política interna, regional e internacional, como en estos momentos, en los que todos los iraníes han estado comentando y analizando la retirada de Estados Unidos y su derrota en la región, así como del destino político de Ben Salman y de Netanyahu.

La noche de Yalda se celebra con velas, rosas y libros, así como con nueces, postres, té y frutas, especialmente granada y sandía, que son esenciales esta noche.

No hay reglas que rijan la celebración de Yalda, cada nación y etnia en Irán celebra sus propias actividades, juegos y comida esta noche.

Hay quienes envían hasta regalos a la casa de una nueva novia que tienen, algunos de ellos comen un tipo específico de mantequilla extraída de la madera en Khorasan, y los rituales se llevan a cabo este año, como en años anteriores entre familias con otros países vecinos (Azerbaiyán, Tayikistán, Afganistán, Pakistán, áreas kurdas y algunas zonas de Turquía).