Armas suizas se expanden en Libia
Una nueva investigación muestra: las armas suizas también están circulando en Libia. Los comerciantes los venden allí a través de plataformas del mercado negro en Internet.

El pasado domingo se publicaron fotos de las transacciones ilegales. Vienen de un informe inédito del reconocido Australian Arms Analysis Center Ares, que también trabaja con el gobierno federal.
Sus investigadores se infiltraron en grupos secretos de traficantes de armas libios de Facebook y documentaron varios miles de transacciones de armas. Mientras tanto, los grupos están bloqueados.
Según reportes de prensa, en marzo de 2016, un traficante de armas libio llamado Mahmud ofreció granadas OHG92 Ruag en dicho grupo de Facebook. Una parte interesada ofreció 160 dólares libios cada uno, alrededor de 100 francos suizos.
Las ofertas de compra vinieron, entre otros, de usuarios libios de Facebook con enlaces directos a las milicias armadas.
Las granadas de mano suizas fueron solo una de las muchas ofertas que el hombre de Trípoli puso en línea. El director de Ares, Nic Jenzen-Jones, sospecha que el comerciante tenía vínculos con combatientes en el país: "Los informantes en Libia nos dijeron que las granadas suizas no solo se vendían en línea sino también en los mercados de armas en las calles".
También en marzo de 2016, los especialistas de Ares documentaron otra oferta: un lanzagranadas GL06, que puede disparar munición de alto poder explosivo. El modelo es un producto original de Thuner Brügger & Thomet AG o una copia con licencia.
Desde el derrocamiento del dictador libio Muammar al-Gaddafi en 2011, el comercio de armas está en auge en el país, en las calles hay caos. Las facciones rivales, incluidos los combatientes de IS y Al Qaeda, luchan ferozmente entre sí.
Cómo las armas suizas entraron en las zonas de guerra civil es incierto. Las exportaciones de material de guerra a Libia han sido prohibidas por décadas. Una cosa está clara: las granadas provienen del mismo envío que las supuestamente utilizadas para matar terroristas de Daesh en Siria.
Por otro lado, el Ruag vendió las granadas en 2003 al ejército de los Emiratos Árabes Unidos. El estado desértico transfirió a la fuerza parte del envío a Jordania. Desde allí llegaron a Siria, y de manera indirecta también a Libia.
La compañía de armamentos Ruag es taciturna. Pero el portavoz Clemens Gähwiler admite: "Las fotos aparecidas sugieren que se trata de una granada de mano Ruag, que proviene de la entrega a los Emiratos Árabes Unidos". Como la semana pasada, Gähwiler enfatiza: "Las armas no pertenecen a las Manos de los terroristas".
Por su parte, la portavoz de la Secretaría de Estado de Asuntos Económicos (Seco), Antje Baertschi, está tratando de detener la crítica: "La apropiación indebida de granadas de mano por parte de los Emiratos Árabes Unidos se ha tratado políticamente y se han logrado las consecuencias necesarias".
Asimismo, a pesar de todas las protestas, el Consejo Federal está siendo cada vez más atacado. Su plan para permitir un relajamiento de las reglas de exportación para material de guerra y entregas de armas a países de guerra civil en el futuro encontró una feroz resistencia. Los políticos en lo profundo del campo burgués critican el proyecto. Para ellos, la expansión de las exportaciones es incompatible con la tradición humanitaria de Suiza.
Los opositores también fueron impulsados la semana pasada por un informe de la Oficina Federal Suiza de Auditoría (SFAO). Llegó a la conclusión de que los inspectores de la Confederación carecían de la distancia crítica con las empresas de defensa y sus grupos de presión, y que las prohibiciones de exportación de la industria suiza de guerra eran legales, pero con todo tipo de trucos para eludir.
Es poco probable que el Consejo Federal retire su decisión anunciada. Solo una amplia alianza podría hacerlo caer de rodillas. El lunes, partidos de izquierda, partidos intermedios y organizaciones eclesiásticas quieren reunirse frente a los medios. Su plan: una iniciativa popular contra el relajamiento de las exportaciones de armas.