Mueren cinco combatientes de las Fuerzas de Movilización Popular en dos ataques de Daesh en Irak
Al menos cinco miembros de las Fuerzas de Movilización Popular (FMP), murieron el domingo en dos ataques ejecutados por el grupo terrorista Daesh (Estado Islámico) en Irak, según confirmaron hoy las autoridades.
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Irak sin Gobierno y 4 mártires de la Movilización Popular contra un ataque de Daesh en Diyala
En un primer ataque, cuatro miembros de las FMP perdieron la vida y cinco resultaron heridos tras un asalto de los integrantes de Daesh contra una unidad de las FMP en Diyala (noreste), reportó EuropaPress.
"Las fuerzas de la 20ª Brigada siguen respondiendo al ataque terrorista", indicaron las propias FMP en un comunicado, tal, según la agencia iraquí de noticias NINA.
Por otra parte, un miembro de estas milicias falleció en un ataque contra un puesto de control ubicado en el distrito de Karma, en la provincia de Anbar (oeste).
Irak declaró el 9 de diciembre de 2017 el "fin de la guerra" contra Daesh, pero la organización sigue con sus continuos atentados de forma prácticamente diaria en distintos puntos del país, entre ellos Bagdad, la capital, y sus alrededores.
También trascendió que el Comando de Operaciones del Éufrates y el Comando de Policía de Najaf declararon un estado de máxima alerta y convocaron a todos sus oficiales, luego de que los manifestantes prendieran fuego al consulado iraní en Najaf por segunda vez en una semana.
En Karbala, los manifestantes arrojaron varios bloques de concreto en el vecindario de la Municipalidad hacia el edificio del gobierno local, ubicado en el centro de la ciudad.
Según el corresponsal de Al Mayadeen, Irak amaneció este lunes sin gobierno, tras la aceptación por el Parlamento de la dimisión del primer ministro Adel Abdul-Mahdi junto con todo su gabinete.
Por Constitución, el presidente Barham Salih debe ponerse de acuerdo con la bancada mayoritaria en el Congreso para designar un sustituto.
Se pronostica un largo proceso para instalar otro gabinete, tomando en cuenta el hemiciclo iraquí de 329 asientos y fragmentado por las diversas tendencias religiosas y políticas.
La coalición más grande es la liderada por Sayyed Mutaqa al-Sadr, con 54 escaños, y tiene mayoría en el Congreso.
La renuncia de Abdel-Mahdi y su gobierno, aunque bienvenida por las manifestaciones, no pondrá fin a la sublevación popular que exige un cambio total del sistema político impuesto a partir de 2003 con la invasión y ocupación de una alianza encabezada por Estados Unidos.
El presidente del Parlamento, Mohammed al-Halbousi, anunció que se dirigirá al presidente para nominar a un nuevo primer ministro de acuerdo con la constitución. Halbousi también ordenó a la Comisión de Seguridad y Defensa que se mude de inmediato a las provincias de Dhi Qar y Najaf para participar en el desarrollo de un plan de seguridad allí para proteger a los manifestantes.
El Parlamento aceptó la dimisión y puso a los bloques políticos frente a una prueba real para elegir un sustituto a Abdul Mahdi.
La sesión de la Cámara Legislativa, logró un quórum completo por el número de sus miembros, y luego la Presidencia del Parlamento solicitó al Presidente de la República que asigne al nuevo candidato, que será nombrado el bloque más grande dentro de 15 días.
El bloque parlamentario más grande, Sairún, cedió su derecho para presentar un candidato a primer ministro para suceder a Abdul Mahdi.
El bloque, encabezado por el parlamentario Nabil al-Tarafi, se dispuso en su decisión de las directivas del Sayyed Muqtada al-Sadr de poner fin a las cuotas partidistas y confesionales, y anunció ceder este derecho a favor de los manifestantes.
Sairún dirigió una carta a Saleh en la que dejó la libertad de elegir al pueblo.
El diputado iraquí por la Alianza Fatah, Abbas al-Zamili, dijo asuma el cargo de primer ministro en la próxima etapa estará frente a una prueba difícil.
En una entrevista con al-Mayadeen, enfatizó que el bloque Sairún no podría estar fuera de la formación del gobierno.
Zamili habló sobre aparatos internos reclutados por partes externas para sabotear la situación en el país, advirtiendo de la existencia de planes regionales e internacionales para terminar con todo lo que Irak ha logrado.
El diputado del movimiento Sabiduría o Hikma iraquí, Hassan Khalati, confirmó la existencia de intereses de fuerzas externas en Irak, específicamente de Estados Unidos.
En una entrevista concedida al programa al Iraqiya, Khalati aseguró que no negaría el impacto de factores externos en Irak. Khalati señaló la presencia de manos foráneas que trabajan para llegar a los presos en la cárcel de Al Hout en la provincia de Dhi Qar, incluidos miembros de Daesh (ISIS).
Mientras, las protestas antigubernamentales siguen en desarrollo con un saldo de más de 400 civiles muertos, entre ellos una docena de agentes de seguridad.
Desde el 1 de octubre último, miles de iraquíes protestan en las calles contra un gobierno incapaz de ofrecer prestaciones básicas (agua, electricidad, educación y atención médica), mientras la corrupción y el saqueo se enseñorean del escenario nacional.