Exprimer ministro de Sudán cataloga de acto de traición proceso de normalización con (Israel)
“Mantener relaciones con la ocupación israelí, en el marco de la paz y la justicia para los palestinos, es posible, pero bajo los términos del llamado acuerdo del siglo sólo puede ser percibido como un acto de traición de nuestro país, al islam y el mundo en general”, declaró Sadiq Al-Mahdi, jefe del Partido Umma de la nación sudanesa.
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Sadiq Al-Mahdi, ex primer ministro sudanés y el líder de la oposición Partido Nacional Umma.
“Mantener relaciones con la ocupación israelí, en el marco de la paz y la justicia para los palestinos, es posible, pero bajo los términos del llamado acuerdo del siglo sólo puede ser percibido como un acto de traición de nuestro país, al islam y el mundo en general”, declaró el exprimer ministro de Sudán Sadiq Al-Mahdi, jefe del Partido Umma.
“La normalización con la ocupación israelí no servirá a los intereses de Sudán”, agregó.
La declaración de Al-Mahdi se produce a la luz de la creciente controversia en el país después de una reunión celebrada recientemente entre el presidente del Consejo de Soberanía de Sudán, Abdel Fattah Al-Burhan, y el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
En un artículo publicado en la página oficial de Facebook de su partido, Al-Mahdi anunció que “la normalización con la ocupación israelí no apoyará financieramente a Sudán ni eliminará las sanciones impuestas”.
“El que dice que la normalización con la ocupación israelí servirá a los intereses de Sudán es delirante”, añadió.
El 28 de enero, Washington presentó un plan para la “paz en el Medio Oriente”, que fue rechazado en la región árabe y musulmana, y considerado como una violación de los derechos del pueblo palestino.
El domingo, Netanyahu tuiteó que en unos días un equipo israelí desarrollará un plan para “ampliar el alcance de la cooperación” con Sudán, con el objetivo de “normalizar las relaciones” con Jartum.
Netanyahu indicó que ese paso es una continuación de la “reunión histórica” que tuvo con Al-Burhan, el 3 de febrero en la ciudad ugandesa de Entebbe, mientras que este último confirmó que la reunión serviría “a los intereses de Sudán”.