Temor en EE.UU. por apertura apresurada en medio de la Covid-19
Donald Trump pidió mantener el distanciamiento social hasta el 30 de abril pero de forma contradictoria se pronunció por abrir la economía, algo que según expertos puede provocar millares de personas infectadas y muertos.
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Temor en EE.UU. por apertura apresurada en medio de la Covid-19
A dos tercios de los estadounidenses les preocupa que los gobiernos estatales se plieguen a las presiones de la Casa Blanca y levanten las restricciones a la actividad pública con demasiada rapidez tras el brote de coronavirus, señalo una encuesta del Centro de Investigaciones Pew este jueves.
El 66 por ciento de los consultados manifestaron ese temor de volver a la actividad pública en medio de la pandemia provocada por la Covid-19 contra un 32 por ciento que expresó estar más preocupado por no reabrir con la suficiente rapidez.
La pesquisa mostró que una abrumadora mayoría de los demócratas e independientes de tendencia demócrata, el 81 por ciento, señaló que les preocupaba una reapertura prematura de la vida pública, mientras que los encuestados republicanos estaban más divididos.
El 51 por ciento de los republicanos e independientes de tendencia republicana manifestaron que les preocupaba que los gobiernos estatales permitieran la reanudación de la actividad pública demasiado pronto, en comparación con el 48 por ciento que teme que las restricciones no se levanten lo suficientemente pronto.
Ese grupo de personas, la mayoría afines al mandatario Donald Trump, organizan protestas solicitando se ponga fin a la restricción que los mantiene en sus casas.
Por ejemplo, en Michigan cientos de manifestantes solicitaron poner fin al aislamiento social y se pronunciaron la reactivación de la economía, pese a los peligros existentes de que la pandemia mate a miles de sus compatriotas.
Trump pidió mantener el distanciamiento social hasta el 30 de abril pero de forma contradictoria se pronunció por abrir la economía, algo que según expertos puede provocar millares de personas infectadas y muertos.
La misma encuesta encontró que dos tercios de las personas preguntadas (65 por ciento) opinaron que la Casa Blanca respondía demasiado lentamente a la pandemia de coronavirus, mientras que el 34 por ciento dijo que reaccionaba rápidamente.
Aunque el mandatario defiende accionar para enfrentar el problema, sus críticos estiman que no tomo medidas internas más amplias al principio de la pandemia, incluyendo el ritmo de las pruebas.
Al respecto de la apertura, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, advirtió el jueves sobre los peligros de algo prematuro, diciendo que la amenaza a la salud pública que representa el mortal coronavirus es un mal mayor que las actuales dificultades económicas que enfrentan las empresas y los trabajadores en todo el país.
La vocera de los demócratas rechazó rotundamente la noción, promovida por un número creciente de republicanos, de que el levantamiento de las restricciones de distanciamiento social en aras de impulsar la economía vale la pena por el mayor riesgo de propagación del coronavirus, incluso si significa más muertes.
"Escuché a uno de ellos decir: 'Bueno, la gente morirá - o abriremos la economía y la gente morirá - así que ese es el menor de dos males", dijo Pelosi.
Al respecto, puntualizó: "No, es el mayor de los dos males abrir la economía de una manera que no tiene base científica, que no se basa en la salud y el bienestar del pueblo americano".
Según analistas, la idea de una rápida reapertura social gana cada vez más fuerza entre los republicanos, que advierten que un cierre económico prolongado haría más daño al país que el propio coronavirus.
Trump se encuentra entre los que quieren tener gran parte de la economía en marcha para el 1 de mayo - y antes en ciertas regiones del país donde el número de casos de coronavirus es bajo.
No obstante, el mandatario se lava las manos y envió una serie de directrices a los gobiernos locales para que sean ellos los encargados de relajar el distanciamiento social y otros esfuerzos de mitigación.
Por otra parte, y para apoyar sus ideas, Trump plantea que “los datos sugieren que en todo el país hemos superado el pico de nuevos casos” y "estos alentadores desarrollos nos han puesto en una posición muy fuerte para finalizar las directrices de los estados para reabrir el país" pese a que en días sucesivos se registraron récords de fallecidos en el país.
En la actualidad esa decisión de la Casa Blanca tiene un significado adicional en un año de elecciones presidenciales cuando Trump espera que una economía robusta lo lleve a la reelección.
Estas posiciones contradicen los planteamientos de los expertos de salud que advierten que no se debe volver a la normalidad apresuradamente, pues consideran que relajar las directrices de prevención demasiado pronto dará lugar a un repunte de los casos, lo que probablemente deshinchará la misma recuperación económica que la reapertura había pretendido fomentar.
La Covid-19 infectó a más de 653 mil personas en territorio estadounidense y mató a más de 31 mil personas, poniendo en jaque a la economía ya que los gobernadores cierran los negocios no esenciales e instan a los residentes a permanecer en sus casas.
Asimismo más de 22 millones de estadounidenses presentaron solicitudes de desempleo en un período de sólo cuatro semanas.